Capítulo III. ❝Kuroo Tetsurou❞

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—Kuroo...hey... ¿Hola? Tierra llamando a Kuroo

—¿Hmm?

—¿Estás bien? Luces cansado — preguntó el chico de cabello blanco mientras le daba unas palmaditas en el hombro. Kuroo asintió con la cabeza y bostezó

La verdad es que no había podido dormir bien. Habían pasado tres días desde que Kenma apareció en su vida como un tornado, completamente sin aviso y arrasando con toda su rutina. Por suerte el día que lo recogió fue un viernes, por lo que aquellos desastrosos días habían sido fin de semana, ya que si aquello hubiera pasado entre semana seguramente habría tenido que faltar a la escuela.

En los escasos días que convivió con el chico descubrió mucho de él, como que tenía la tendencia de andar sin ropa y dormir sobre todas las superficies posibles. Tuvo que obligarlo a continuar usando su playera de volley hasta que tuviera tiempo -y dinero- para comprarle ropa apropiada. Por lo cual tuvo que pasar todos esos días observando al hermoso chico usando su ropa, lo cual era increíblemente estimulante a la vista. Recordó una plática que tuvo una vez con Bokuto y Akaashi durante un fin de semana de concentración de entrenamiento, los chicos del Nekoma y el Fukurodani solían reunirse seguido para partidos de practica los fines de semana y en aquella ocasión durante uno de los descansos había surgido el tema de las chicas y lo que ellos consideraban sexy en ellas. Uno de los miembros del Fukurodani dijo que no había nada más sexy que ver a una chica usando tu ropa, especialmente si usaban tu playera sin nada más abajo. Aquel fin de semana Kuroo había comprobado que, en efecto, era algo increíblemente sensual. Y no es que no hubiese visto a chicas -y chicos- con su ropa antes, pues había tenido una cantidad considerable de experiencias sexuales casuales y románticas anteriormente, pero nunca le pareció algo sensual hasta que lo vio en Kenma. Cosa que lo hacía sentir incómodo, porque no quería verlo de esa manera.

También descubrió que Kenma tenía poca -si no es que cero- idea de cómo se debía comportar una persona "normal". Aquello lo hacía preguntarse qué tipo de sociedad tenían los Bakeneko y en donde demonios vivían. El chico era bastante salvaje en términos de modales y etiqueta, pero su personalidad era tranquila y apacible. La mitad del tiempo estaba durmiendo.

Decidió que le enseñaría lo básico sobre cómo comportarse en sociedad y lo que podía y no podía hacer -por ejemplo, podía salir a caminar al parque siempre y cuando estuviese usando ropa y zapatos, por otro lado, no podía dormirse encima de los coches ajenos o quedarse mirando fijamente a las personas que le parecieran interesantes, es decir podía hacerlo si quería, pero siendo disimulado, como el resto de la gente-

Quería ayudarlo en esto porque la idea de que estuviera encerrado todo el día en casa le parecía dolorosa, aunque a Kenma parecía no molestarle, a él le gustaría poder llevarlo de compras, salir al parque o a un café juntos.

—Es solo que no he podido dormir bien estos días — admitió, sin decirle la razón

—¿Es por lo del innombrable de lentes? — preguntó con un gesto de lastima, cosa que molestó al pelinegro, pero a decir verdad ahora que lo mencionaba se daba cuenta de que desde el día que llegó Kenma no había tenido tiempo de pensar en él

—Ni siquiera había pensado en él hasta que lo mencionaste — respondió sincero y se dibujó una pequeña sonrisa en su rostro — ¿Esperabas que estuviera siempre triste por eso? Lamento decepcionarte, pequeño Lev

—Era divertido molestarte con eso — se rió — Pero me alegra que te sientas mejor, necesitamos a nuestro capitán al 100 para el partido de practica contra Karasuno

—Cierto...lo había olvidado

—Eres un terrible capitán — se quejó — Ni siquiera Bokuto olvida los partidos de practica de su equipo, y eso que una vez olvidó ponerse la ropa interior antes de un partido

-ˋˏ  My one and only cat  ˎˊ- 「 KuroKen 」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora