Qué eres tú? |HopeV|

O C H O.

—Madre...¿Qué haces aquí?—Wooyong no estaba feliz con su madre luego de que Izkia lo pusiera al día de la situación en casa.

—Hijo querido—El tono de la mujer era frío—Creí que aún estabas en tu viaje de negocios.

Wooyong vio como su progenitora miraba con frialdad a su secretaria y casi en busca de intimidarla, esta ni se inmutó ante la presencia de la mujer, ya que no le rendía cuentas a nadie de la empresa más allá de su jefe, al igual que Mingi y Yunho.

—¿Qué haces aquí?—La omega sonrió.

—Vengo a ver a mi querida nuera por supuesto, no estaba en casa cuando la trajeron aquí.—Wooyong suspiró pesado intentando controlar la pesadez e ira interna de su lobo frente a su madre. Sabía que le mentía, pero no quería armar problemas con ella cuando su esposa aún no establecían una situación concreta sobre su estado.

—Si claro... querida nuera—La omega hizo una mueca por la mofa de su hijo, después de todo ella le había enseñado sobre el mundo de los negocios y manipular a los inversores de las empresas tanto nacionales como extranjeras.

Izkia quien habia desaparecido de pronto volvió en compañía de la cuidadora de Hyunjin, Yuqi y el joven Taeyong junto a ella. Hyunjin corrió a los brazos de su padre buscando consuelo no sin antes mirar a su abuela sin dirigirle la palabra ante lo que la mujer solo sonrió casi con desprecio al mayor de sus nietos, quien solo la miró una vez que saludó de abrazo a su padre.

—Vaya, el ambiente esta algo pesado aquí—La mujer sonrió y tomó de pronto sin aviso a un pasante de medicina que se cruzó por su lado.—Oye niño, quiero el diagnostico de Kim Hyeri ahora.

El chico parpadeó con algo de furia instantánea ante el jalón pero se reprimió en segundos ante la imagen imponente del joven de terno junto a la mujer, un guardaespaldas.

—¿Es familiar de la señora Kim?

—Tsk.

—Nosotros somos su familia—Wooyong se acercó de modo cortes al joven.—Yo soy su esposo, Kim Wooyong. ¿Seria posible tener el diagnostico de mi esposa o hablar con su medico por favor?

El pobre omega abrió los ojos de modo involuntario ante el alfa de unos 50 años frente a él, y más aún ante el nombre. Habían muchos Kim Wooyong en el país, pero ninguno era tan imponente y con aura de empresario como aquel hombre frente a él. Se reverenció con rapidez y fue casi volando por el medico encargado. Quien apareció agitado junto el joven pocos... segundos después. La señora Kim miró todo desde su puesto, aún sin creer que aquel mocoso la había pasado por alto, sin reconocerla.

—Soy Park Seonghwa, el medico a cargo de la señora Kim Hyeri. Un gusto señor Kim.

El medico Park se alejó con el señor Kim y su secretaria para coordinar la situación en el mesón, ya que el señor Kim se había rehusado a una habitación exclusiva, como la que hubiera exigido su madre. 

—Sé que mi hijo está aquí señorita, no me haga usar mi influencia para sacarle la información.

Wooyong desvió la mirada hacia una mujer de estilo elegante con algo de su maquillaje corrido, llanto tal vez. Tenia un aura maternal que le recordó de pronto algo como un destello. Fue extraño. Izkia coordinaba todo con un enfermero en el mesón y él seguía mirando a la mujer intentando comprender.

—Está bien señora, los pacientes sin nombres que han ingresado en esta última hora se encuentran en esta carpeta, dele un vistazo. Algunos podrían haber sido derivados a la clinica central de Seúl. ¿Sabe si su hijo tuvo algún accidente que necesitara traslado o donación de urgencia?