One-shots of Elisa Galina

Uno: On fire

Después de una jornada de trabajo, el equipo de bomberos se preparaba para las últimas de sus horas en la estación. El día fue ajetreado, tuvieron que atender rescates e incendios mínimos, pero aun así Elisa se había cansado viajando de una locación a otra. 

—¿Entonces está noche en tu casa? —Preguntó Madison, una antigua amiga del trabajo que buscaba hacer una reunión en la casa de su amiga como de costumbre. 

—Hoy no —Mencionó Elisa cerrando su casillero—. Taylor y yo tendremos una cena especial, además, le tengo una sorpresa. —Le mostró a su amiga el reluciente anillo que planeaba darle a su novia. 

—¡Pero miren quien al fin se animó a dar el siguiente paso! —Al parecer otro colega de la estación había escuchado la conversación. 

Algunos compañeros del cuartel se acercaron para animar a la jefa del departamento de bomberos y empezar a celebrar su próximo compromiso, pero prontamente se vieron interrumpidos por la alarma de incendios. La comisionada corrió hacia la sección de uniformes y se colocó el traje protector junto a su casco y se dirigió al camión para abordarlo. Ella no escuchó el domicilio a auxiliar por la prisa que llevaba, pero tan pronto se acercaban a él, supo que se trataba de su hogar.

Elisa intentaba contactar a su novia con la esperanza de que estuviera en el centro comercial o que por alguna razón ella no estuviera en casa ese día, pero su teléfono parecía no recibir las llamadas. Apenas el camión se acercó al área acordonada por oficiales, corrió en busca de su chica.  

—¡Espere, no puede pasar! —La detuvo el policía al mando. A Elisa poco le importó lo que le dijo y saltó las vallas de seguridad, pero rápidamente la detuvieron. 

—¡Taylor! ¡Tapioca! —Gritaba desesperadamente, intentando zafarse de los policías.

—¡Escúcheme! —La sujeto por los hombros el jefe de policías, intentaba que lo mirará a los ojos—. El incendio fue provocado por un explosivo de baja intensidad que se registró en el tercer piso de la casa, el equipo antibombas esta revisando el perímetro. Necesitamos su confirmación de que la zona esta fuera de peligro antes de dejarlos pasar. No había rastro de personas cuando inspeccionamos. 

Elisa había dejado de escuchar después de que el oficial mencionó el explosivo, su visón se volvió borrosa y solo escuchaba como su casa era consumida por las llamas. Algunos de sus compañeros habían ido a ayudarla y la llevaron hasta una ambulancia cercana para que pudiera recibir atención medica en caso de que lo necesitara.

—Necesito que te quedes aquí —Le hablaba de nuevo Madison, pero Elisa seguía inquieta—. Esto se volvió personal y no puedes entrar ahí, así que espera aquí. Yo traeré a Taylor y a Tapioca a salvo,  ¿de acuerdo? 

Apenas a los bomberos les dieron la señal de avanzar, Madison se alejó para poder asistir. Elisa no podía quedarse sentada a esperar lo peor, así que se levantó y deprisa corrió por detrás de las casas cercanas para acercarse desde atrás sin que la vieran. Al aproximarse a su hogar, observó que el primer piso estaba comenzando a incendiarse, el segundo estaba por caerse, y el último piso ya se había reducido a cenizas.