One-shots of Elisa Galina

Veintiséis: Universo alterno parte dos

N/A: Recordemos que esta es la historia donde Elisa es una cantante mundialmente famosa y Taylor Swift su novia que no tiene nada que ver con el mundo del espectáculo.

Los últimos meses no habían sido del todo fáciles. Los medios se enteraron que una estudiante y ordinaria chica estaba en una posible relación con una súper estrella. Eso instintivamente trajo caos. Ellas había salido por un par de meses después de su encuentro casual —o no— en la cafetería. Luego de casi un año de conocerse por completo, Elisa se animó a dar el siguiente paso, y después de una romántica cena en París, por fin formalizaron su relación. El manager de la cantante les aclaró la situación de que tener una pareja que es completamente ajena a la industria era un peligro para ambas, así que les recomendaba mantenerla en secreto. 

La vida de una artista no es fácil, y mucho menos cuando eres el objetivo de muchas revistas, periódicos y plataformas de chismes. A pesar de que ellas nunca le prestaron suficiente atención a las cosas que no podían realizar como todas las parejas, siempre disfrutaban de estar juntas en la casa de Taylor o irse de paseo por una de las cabañas fuera de la ciudad que Elisa compró. Pero ahora, después de casi cuatro años juntas, las cosas se estaban volviendo frustrantes. 

A ambas les gustaba compartir sus momentos juntas, y como cualquier pareja, disfrutaban de guardar esos momentos en fotografías, aunque tenían prohibido publicar el mínimo indicio de que estaban cerca o que tan siquiera se relacionaban. Muchos de los Geliers recordaban los viejos Tweets que ambas se dirigieron e incluso tenían capturas que comprobaban que entre ellas existía una relación, aunque fuera mínimamente de amigas. Pero esas "discretas" publicaciones ya no existían, porqué la disquera decidió que el hecho de que Elisa saliera con una típica chica no le traería nada bueno a la imagen de la cantante y mucho menos cuando una importante revista la había posicionado como "La soltera más codiciada del año". 

Una relación tampoco es fácil, sobre todo cuando tu novia tiene más cien millones de seguidores en todas sus redes sociales y diariamente le llegan miles de mensajes con propuestas de amor. Claramente Elisa era una mujer sumamente ocupada, entre ensayos, entrevistas, reuniones con su equipo de producción, sesiones de fotos y muchas otras cosas más, apenas tenia tiempo de respirar. Sin embargo, a pesar de tener la agenda saturada la mayor parte del tiempo, siempre reservaba un espacio para enviarle mensajes de texto a su chica, mandarle fotografías de que lo que hacía o hablar con ella durante sus descansos, además de que ambas asignaron cierto día de la semana para verse y hacer alguna actividad que les gustará. Elisa tenía en claro que su trabajo era importante, pero no mucho más que la persona que amaba, así que por más que el trabajo la agotara e incluso agobiara, siempre fue consiente de que Taylor sería su lugar seguro, y es por eso que la amaba.

Por otro lado, Taylor debía cuidar su reciente trabajo. Ese era su segundo año trabajando como editora de libros en una editorial establecida en la ciudad que se había mudado, claramente como recomendación de Elisa. Ella desde el principio se mostró muy emocionada con su romance, quería que todos se enteraran que estaba saliendo con su cantante favorita, pero lo mejor fue no hacerlo. Desde que comenzaron los rumores, a la rubia la atacaron con muchas preguntas relacionadas con los Tweets. Se encargó de desviar la atención con cualquier otra cosa que se le ocurriera, y a pesar de que las cosas no siempre eran como las dos querían, se mantenían estables o al menos eso creían. 

—¿Puedes parar de mensajearte con tu noviecita y ponerme atención? —Karlie le arrebató el teléfono a su amiga.

—Baja la voz, ¿Acaso quieres que alguien te escuché?—colocó su dedo índice sobre sus labios para luego quitarle el teléfono—. Dame eso, Elisa me estaba contando sobre sus planes para hoy. 

—¿Y qué planes tiene una superestrella? —preguntó curiosa.

—Me dijo que tenía una junta con su representante y gente de su disquera—revisó los mensajes.