Doce: Kobin

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Advierto (y como es evidente) que este no es un capítulo centrado en Elisa, pero es igual de bonito <3

N/A: A petición de un señorito en el chat. Pido perdón a los involucrados que espero nunca lean esto .-. 

Elisa estaba harta de aquella situación. Llevaba 20 minutos escuchando a Kevin quejarse de su novio y de como este lo había dejado plantado en su cita. El escenario no era nuevo para ninguno de los dos, desde que había comenzado esa relación, Kevin no hacia más que hablar de lo imbécil que era su chico. Claramente Elisa no encontraba razones para que ellos siguieran juntos, pero siempre que intentaba hacer razonar a su amigo, algo pasaba y su novio volvía a quedar como Romeo ante sus ojos y el ciclo se repita, de hecho, esa era la quina vez que habían decidido regresar después de una dramática ruptura.

Elisa y Kevin se conocieron desde la preparatoria y se convirtieron en buenos amigos al instante, tenían mucho en común, pero sin duda diferenciaban en los temas amorosos. Por un lado, Elisa disfrutaba ser soltera y poder dedicarse a su vida y a sus hobbies, mientras que Kevin priorizaba las relaciones y adoptaba una actitud demasiado melosa al respecto. 

—Basta —Elisa habló harta—. Llevas quejándote tanto tiempo que hasta mi desayuno se enfrío. 

Observó a su amigo enojada, pero al ver que él estaba por llorar, rápidamente se arrepintió y se acercó para ponerle una mano en el hombro como apoyo y pensó en alguna manera de hacerlo sentir mejor.

—¿Qué te parece si me acompañas a entregarle su cámara a un amigo y después podemos ir a esa plaza de videojuegos a la que tanto te gusta ir? —La verdad era que a Elisa no le apetecía del todo tener que ir a ese lugar y mucho menos cuando todos la observaban por ser la única chica presente.

—¿En serio? —Preguntó Kevin aun con un puchero y su amiga asintió—. Bueno, entonces mueve esas piernitas. —Se levantó como si nada.

Otra cualidad de Kevin era lo dramático que podía volverse cuando de Elisa se trataba. Ambos se encaminaron hacia el club de fotografía de la castaña, ese día decidieron reunirse con los demás miembros en un parque cercano, y así a completar sus actividades del día de fotografiar arquitectura, pero después del drama de su amigo, Elisa prefería acompañarlo antes de que él decidiera saltar por un precipicio. Cuando llegaron, observaron a un grupo de personas sentadas debajo de un gran árbol, todos con cámaras y uno que otro instrumento fotográfico. 

—Dame un segundo en lo que le entregó esta cámara a Kobeh y luego nos vamos. —Le comentó Elisa a su amigo y luego se acercó a su grupo. 

Desde lejos, Kevin observó cada uno de los movimientos de su amiga, desde ver como se acercaba a los chicos hasta saludar a uno en especifico, aquel tipo era muy alto, por lo que Kevin ajustó su mirada para darse cuenta de lo pequeña que era Elisa al lado de él y después poder hacer algún chiste al respecto, pero dejo ese plan olvidado cuando pudo visualizar al chico con claridad. Kevin nunca antes había tenido un tipo de hombre hasta que vio aquel. Se puso nervioso sin explicación alguna y lo estuvo aun más cuando vio que su amiga le estaba haciendo señas para que se acercará y a pesar de que su mente se negaba hacerlo, su cuerpo parecía tener otros planes. 

—Gorian, este es el señorito Kobeh. Kobeh, este es mi raro amigo Kevin —Los presentó.

—Un placer. —Kobeh estiro su mano esperando a que el chico lo saludará formalmente.

—Para ti también —Respondió Kevin nervioso—. Digo, para mí también. —Corrigió.

Elisa, que veía como su amigo se estaba poniendo en ridículo a sí mismo, sabía que estaba ocurriendo y no podía ser mejor situación para ella, porque podría recordársela y burlarse de él. Luego de charlar por escasos minutos, ambos amigos se retiraron del parque. 

One-shots of Elisa GalinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora