One-shots of Elisa Galina

Once: Vinilos y secretos

N/A: Dedicado a la personita que me contó su idea y confió dejarlo en mis manos para traerlo a la vida. 

Después de varios días pensando en que Elisa podría comenzar a gastar su dinero, optó por empezar una colección de vinilos en parte debido a su gran obsesión por Taylor Swift y rápidamente empezó a comprar todos los álbumes de la cantante para hacer a su pequeño corazón swiftie feliz, por suerte, cerca de donde ella vivía, a unos pocos 20 minutos había una tienda de discos que hace meses atrás se inauguró. 

Viajó hasta el establecimiento y se dio una vuelta por el local para ver si encontraba algo más que le gustase, pero estaba enfocada en encontrar un producto en especifico. Llegó a la sección de vinilos y hurgó por todos los estantes sin éxito de encontrar lo que buscaba, así que terminó llamando la atención de una de las empleadas.

—Hola... —Observó el gafete de la chica—. Ale —A completó el nombre—. Estoy buscando un par de vinilos, en especifico son los de Reputation, Red y Fearless de Taylor.

La empleada ingresó los datos en la computadora y reviso que efectivamente, no tenían disponible ninguno de esos productos.

—Lo siento, por el momento no tenemos nada de la cantante. Mandamos a pedir más ayer, pero nos dijeron que se detuvo el seguimiento de esos vinilos en especifico, pero tenemos asegurados ejemplares. —Explicó y de fondo se escuchó como alguien había tirado algo, pero al voltear no lograron ver al responsable.

Elisa realmente quería ese vinil, se había encargado de revisar en todas las tiendas en línea disponibles; pero estaba agotado, en precios elevados o el envío a su país era imposible. 

—¿Hay algún tiempo aproximado en el que les entreguen los productos? —Preguntó frustrada.

—Comúnmente se tardan entre tres o cuatro semanas, pero depende siempre de si el producto esta disponible y la exportación, además, como te dije, tienen problemas así que puede extenderse hasta dos meses y medio o tres máximo. —Explicó la chica y Elisa se entristeció.

Después de esa charla, Elisa se fue del local, y a pesar de que estaba triste, no perdía la esperanza de que pudiera llegar el vinilo en menos de lo que le habían dicho.  Apenas cruzó la puerta, otra de las empleadas se acercó a la que previamente la había atendido.

—¿Quién es ella? —Se apresuro rápidamente a preguntar la castaña.

—No lo sé, una clienta. —Sabía las intenciones de su amiga. 

—Era realmente hermosa, ¿No te parece? —Anne parecía babear por ella.

—Lo era y parece ser fan de Taylor al igual que tú. Por cierto, le debes a la tienda el costo del tambor que rompiste, no creas que no lo noté.  —Respondió Ale acomodando una sección de la tienda.

Anne se quedó totalmente impactada por la belleza de aquella chica y podía decir que se había enamorado tan solo de saber que compartían su amor por Taylor. Desde que Elisa entró a aquel local, Hathaway no dejo de dedicarle toda su atención e incluso, dejo caer las baquetas que estaba acomodando y rompió el parche de la caja de una batería. Y es que con ese verde de sus ojos, no pudo despegarle la mirada y mucho menos después de que Elisa jugará un poco con su cabello mientras le ponía atención a los viniles, ese había sido el punto de quiebre en la castaña. Desde su escondite, Anne pudo escuchar la conversación acerca de la llegada de nuevos productos, por lo que supuso que no sería la ultima vez que vería a aquella chica. 

Una par de días después, Elisa volvió a aquella tienda, se paseo por el local y nuevamente se acercó a Alejandra para preguntarle por los nuevos avances del pedido, pero no había nueva información. Pasaron tres semanas desde que Elisa se paro por primera vez en ese lugar, al parecer los productos se habían retrasado un par de semanas en la aduana y ahora no tenían fecha exacta de llegada. Aun así, ella se pasaba por la tienda todos los viernes, ya que le quedaba de paso cuando regresaba a casa después de su trabajo, y por ende, Hathaway se quedaba boca abierta cada vez que la volvía  a ver, pero solo pudo dedicarle un par de torpes saludos y una que otra sonrisa. Aunque no entablaran la conversación más profunda, le gustaba que fuera a la tienda, porque siempre descubría cosas de ella, como el hecho de llevar hoodies de comics, buscaba las películas de Harry Potter o compraba nuevas ediciones de Percy Jackson.