If you love me let me know · BBH (terminada)

· Let's talk about our love ·

Me cuesta recordar con claridad la semana siguiente a mi accidente, recuerdo breves cosas como la compañía de Sehun aquella noche al regresar del hospital, pero tras recobrar la lucidez del momento me di cuenta de que refugiarme en su persona no era sano. Sehun había hecho cosas de moral dudosa por egoísmo, jugó con mi vida y mi relación como si no fuera nada para conseguir estar conmigo y eso no puedo olvidarlo. Después de haber perdido la noción del tiempo y de superar la soledad del descubrimiento le pedí amablemente que no volviera. No lo entendió y me exigió hablar en persona, según él para contarme lo desgraciado que era Baekhyun, pero no le di la oportunidad. Las cosas que pasan entre Baek y yo son nuestras, no puede seguir atormentando nuestra relación ni entrometiéndose en nuestros asuntos privados por mucho que quiera. No se lo puedo consentir de ninguna forma. Me costó quedarme sola y ser consciente de ello pero más me dolía escribir la nota que le dejé.

Pido cosas que no quiero, exijo cosas que no deseo y sin embargo no puedo decirle que sigo pensando en verle y en que me explique las cosas. No puedo escapar de nuestro embrollo y me siento culpable por ello. Cuando conseguí escapar de la situación universitaria que viví me prometí a mi misma que no sería dependiente de ningún hombre nunca más, que nunca volvería a estar en las garras de nadie y que no consentiría ninguna otra cosa que no quisiera consentir, y ahora me encuentro a mi misma deseando que Baekhyun regrese y me cuente todo lo que ha pasado, que me de una razón que me quite la vergüenza de volver a su lado. La gente me va a juzgar si vuelvo arrastrándome, voy a romper mis principios si vuelvo arrastrándome, voy a volver a estar en la misma situación si vuelvo arrastrándome y aun sabiendo todo esto solo deseo volver con él.

Me prohíbo pensar en ello, él tiene una novia, viven juntos, tienen una relación feliz y ella parece encantadora. Solo soy la querida de un chico, alguien que no forma parte de la ecuación. Jongin se encarga de ayudarme a curar mi herida, él me hace de psicólogo y entiende mi situación, él también ha estado enamorado pero no quiere que cometa errores, lo comprendo pero sé que Baek tiene algo que esconde y que justifica todo lo que ha pasado. Porque lo conozco de hace años, se que es buen niño, se que no me haría daño nunca, sé que me quiere con locura.

Las noches se hacen largas, las horas se estiran como un hilo infinito que no consigo recoger nunca, se escapa entre mis manos cada vez que quiero atraparlo y de repente ya vuelve a ser de día y siento que pasa rápido, como si solo pasara de puntillas por la vida. Sin dejar rastro ni huella, hago las acciones diarias con una automaticidad sorprendente, me he puesto una máscara de amabilidad y estabilidad, que llevo todo el día, maquillaje y una sonrisa; todo está bien, no te preocupes, gracias vuelve pronto, lo repito tantas veces que llego a creerlo, me quito la máscara cuando llego a casa y trato de superar el insomnio que me acecha. Después de varias semanas Jongin me lleva al médico, no sé como, no sé porque pero se ha dado cuenta, sabe que no duermo, sabe que no pienso, sabe que no descanso y tiene miedo de que me pase algo. Lo veo preocupado, su mirada se centra en descifrar qué cosas me dan miedo y me obligan a seguir de esa forma. No quiero decirle nada porque soy consciente de que sabe de sobra cual es el problema, no quiero hablar del tema porque ya no se trata de amor, nadie va a entender lo nuestro, lo van a disfrazar de obsesión insana y tóxica, lo van a tachar de enfermedad asquerosa y destructiva, molesta y dependiente, controladora y absurdamente hiriente. Eso es lo que somos para el otro, veneno y antídoto, miedo y necesidad, amor y dolor. ¿No te das cuenta Baekhyun? Sigo atascada en la misma página, sigo escuchando la misma música, sigo llorando con las mismas películas, sigo sintiendo lo mismo por ti, pero ahora me he dado cuenta. Nunca ha sido sano, nunca me has querido lo suficiente como para querer lo mejor para mí, nunca he sido demasiado cuerda, siempre corriendo detrás de tus ideales y sueños, intentando cuidar de ti, intentando encerrarte en una pequeña jaula donde controlar todo tu ser, cuando tu eres claramente libre. Y entonces en medio de un día ajetreado de trabajo en el que no tengo ni un momento libre, sin saber de donde viene ni porque tengo la revelación en este preciso instante, me pongo a llorar.