THE CRY OF PHOENIX

CAPITULO 3: "Reunión de las facciones" parte 2

Saliendo del establecimiento no apto para menores de edad, ambos se evitaron mirar por la vergüenza de ser vistos en una posición algo íntima como la en la que estaría una pareja en un momento romántico aun que la situación hubiera sido todo lo contrario a un momento romántico.

Su caminar por él callejón era silencioso, falta de cualquier ruido que no hubiera sido un carraspear o un tarareo en señal de estar buscando un tema de conversación o algo con lo que romper el silencio en el que ambos sentían que tenían que decir algo. Ravel nunca respondió la pregunta de su caballero y incluso si quiso responder no sabia cual era su respuesta, sumergida en sus pensamientos se intento imaginar a ella misma traicionando, vendiendo a sus hermanos tal y como lo había echo su caballero. Ciertamente no se vio capaz cuando la imagen de sus dos hermanos mayores formidables paso por su cabeza, aun que le hubiera gustado vender a sus hermanos, no concebía la imagen de sus dos hermanos nunca derrotados en una posición inferior a la de ella, el intentar algo contra ellos era dar razon a sus dos hermanos para que se pusieran en su contra, suficiente fue que la menospreciaran y la marginaran, si la buscarán oprimir activamente, Ravel solo pudo estremecerse al imaginarse tenerlos volando sobre su cabeza, vigilantes para truncar cualquiera de sus planes. La idea de ignorar la pregunta cruzo su cabeza pero si Issei pregunto de nuevo, no se veía capaz de evadir la pregunta tal y como lo estaba haciendo y hasta cierto punto el silencio entre ambos fue un alivio aun que eso no elimino el sentimiento de incomodidad

"hmph..."

Con el silencio de Ravel, Issei creía que se había excedido con sus palabras y aun que él tenia problemas con sus hermanos no necesariamente Ravel estaba en el mismo barco que él o por lo menos no tenia los mismo rencores, tampoco fue su estilo fastidiar a otras personas con sus problemas y sus gritos a la pequeña chica había sido en el calor del momento, lo cual lo hizo sentirse como un idiota que no sabia como pedir disculpas ya que nunca había sido bueno con sus palabras y dudaba que un simple "Perdón" solucionara nada.

"hmph..."

Mirando ligeramente a la figura que iba caminando a su lado, la boca de ambos se abrió para decir algo pero se detuvieron cuando siguieron si encontrar algo adecuado para decir. Cuando ambos se animaron de nuevo esta vez listos para hablar y responder conforme la conversación avanzara ateniedose a las consecuencias, Ravel se detuvo en seco, parada inmóvil con su mirada al frente, las palabras que iba a hablar se desvanecieron, su boca abierta lista para hablar se cerro lentamente, sus labios se adelgazaron y su cabeza se hundió ligeramente entre sus hombros cuando la figura de su hermano Raizer apareció parada al final del callejón por él que caminaban.

Vistiendo un traje blanco, la camisa de color azul y una corbata negra. El estilo de playboy que siempre usaba no estaba y en cambio su ropa estaba ordenada hasta el ultimo detalle, cosa que hizo que Ravel levantara una ceja

'No había duda que cuando hablabas del diablo este se te podía llegar a aparecer.'

Ravel recordó casi de inmediato la relación de su caballero con su hermano y casi salto cuando giro para ver a Issei, para su sorpresa al mirar en la dirección de su caballero solo vio a un issei imperturbable

Issei que siguió el rumbo de su mirada, por un momento que fue una fracción de segundo, tal vez ni siquiera eso. Los ojos de Issei se abrieron, sus pupilas se encogieron a la vez que sus nudillos se volvieron blancos cuando apretó su puño por él enojo pero rápidamente relajo su puño al igual que su expresión, su movimiento mas parecido a un tic involuntario que una acción premeditada. Por un momento fugas considero saltar y atacarlo con un combo puños y patadas pero desecho ese pensamiento igual de rápido que como había aparecido. Con una consideración mas calmada la mayoría de su enojo también se marcho, como si nunca lo hubiera sentido. No, tal vez ni siquiera Raizer ni Ravel se percataron de su fugas acción