THE CRY OF PHOENIX

CAPITULO 6: "Un juramento" parte 2

El grupo de demonios se detuvo en secó, sus espadas fueron desenvainadas, sus tridentes levantados y sus alas extendidas alrededor de Ravel de forma protectora cuando vieron un borrón azul aparecer delante suyo, una enorme espada con un mango como de motocicleta apuntada a ellos.

"¡Alto!" Cuando los demonios al frente del grupo que portaban espadas anchas de una mano se pararon para atacar al castaño se detuvieron ante el grito de Ravel. "El es mi caballero, ise baja tu espada"

Mirando a los demonios que rodeaban a Ravel, se aseguró de mirar perfectamente las armaduras que portaban, debajo de la camisa de cota de malla, una delgada cinta roja con una serpiente mordiendo su cola era suficientemente visible si lo buscabas pero con su tamaño sin la visión de un demonio le sería muy complicado el siquiera notarlo. Al ver que todos portaban la cinta relajo sus hombros al tiempo que bajo su espada.

Los demonios aún en su papel de guarda espaldas hicieron caso a la chica y bajaron sus armas, las alas extendidas para parecer más intimidante se doblaron en sus espaldas.

Soltando un suspiro al ver como las tensiones se calmaron. "¿Issei que heces aquí? pensé que estarías con los Maou." Parada orgullosa con los guardias alrededor issei se le pasó por la cabeza decirle a Ravel que estaba rodeada de terroristas solo para ver la expresión que pondría sin embargo dejo esa idea a un lado.

"Vine aquí por qué me enteré que los terroristas que están atacando la academia vienen por ti, al parecer te quieren para crear lágrimas de Phoenix." Los demonios que actuaban como guardias se tenzaron ante las palabras del caballero, hace solo unas horas se les había revelado el verdadero objetivo del ataque a la reunión de las facciones específicamente para evitar que se filtrara la información y la enviaran devuelta al Inframundo y ahora resultaba que este simple demonio de clase media ya lo sabía. Cómo los maou no lo sabrían ya a estás alturas, si así fuera tenían que correr rápido antes de que alguno apareciera. Ravel no fue diferente sus pupilas se contrajeron ante la información una duda se hizo presenté en su mente que no dudo en expresarla. "¿Y como es que supiste esa información?" Los demonios también sintieron curiosidad ante la información, con suerte descubrirían al traidor.

"¡Ah! sobre eso, es por que..." Atentos a las palabras que diría el caballero phoenix ninguno de los demonios presentes se espero lo que sucedió a continuación, los demonios o al menos dos de ellos observaron conmocionados como las cabezas de dos demonios fueron cortadas mientras otras dos explotaron al impacto de cuatro balas provenientes de Blue Rose. "Fueron las órdenes que se me encomendaron." Respondió con una expresión sería a la par que fría issei ejecutó a cuatro de los guardias. Fue claro el cambio en el rostro de Ravel cuando sangre se drenó de su rostro.

'¿Acaso había escuchado bien o sus oídos la estaban engañando, sabía que estos supuestos guardias eran terroristas, su tiempo en el Inframundo como una miembro de clan habría sido inútil si ni siquiera podía distinguir una armadura falsa de la original, pero acaso su caballero lo sabía? Era claro que no abría asesinado a estos guardias si hubiera sabido que eran terroristas, tal error solo significó que en verdad hubiera asesinado a los guardias hubieran sido falsos o no."

"Aguarda un segundo" Con su ravolver ya apuntado al rostro de uno de los demonios se dispuso a vaciar sus últimas dos balas pero antes de poder presionar el gatillo la voz de Oubis detuvo a issei. Por lo general no habría echo caso y hubiera tirado del gatillo sin embargo el tono de voz tan calmado a pesar de la situación lo detuvo de hacer tal cosa aún que aun mantuvo su arma apuntada al rostro del diablo. "Dices que son las órdenes que te dieron ¿que quieres decir con eso? ¿con que grupo estás?"

Issei puso una expresión de estar confundido sin embargo respondió. "Estoy con el dragón blanco." No fue una mentira, técnicamente Vali había sido quien le había pedido mantenerse junto Ravel