Empezar de Cero.

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Las gotas caían insistentes del cielo, parecían perforar el suelo y los pájaros buscaban su refugio entre la maleza.

Sus manos desenredaban la cuerda que compró mese atrás por si alguna vez quería utilizarla. Comprobó si la viga estaba firme, no quería caerse en el momento culminante de aquella gran aventura.

Revisó haber cerrado la puerta del apartamento que llevaba rentando casi por un lustro, tampoco quería que nadie lo interrumpiera, era su momento, solo suyo.

Amarró la cuerda en la viga firmemente, dejando un hueco capaz de sostener un cuerpo inerte, morado y sin rastro de oxígeno en el sistema.

Colocó un banco bajo el. Se detuvo frente a su obra maestra, sentía que faltaba algo, estaba demasiado silencioso.

Se dirigió a la grabadora colocada en la habitación continua y la prendió al máximo nivel, la música invadió el apartamento, bloqueando cualquier pensamiento que se atreviera a pasar por su retorcida mente.

Su canción favorita.

Suspiró aliviado y se subió al pequeño banco que había colocado en el centro de la habitación segundos atrás.

Take me down to the paradise city, where the grass is green and the girls are pretty.*

Respiró su último oxígeno y sintió como el aire perforaba sus pulmones. Dolía.

Acarició la gruesa cuerda con sus esqueléticos dedos que daría fin a su sufrimiento y la colocó alrededor de su cuello apretando su laringe.

Y antes de brincar del banco que le dio el impulso de acabar con su vida se dio cuenta que el agua aún estaba en su sistema. Y lloró.

Las lágrimas caían por sus mejillas como la lluvia caía del cielo, pero no estaba triste, por primera vez en mucho tiempo se sentía feliz.

"Solo un paso más y serás libre".

Pensó para sí, lo que provocó una sonrisa que iluminó la fúnebre habitación. Los vecinos empezaban a quejarse por la elevada música.

Volteo a ver sus brazos y sintió alivio de ya no tener que cortar su piel para sentirse sin cadenas, aunque fuera solo por un momento.

Oh won´t you please take me home.

Y con aún las lágrimas mojando su cara brincó al vacío con una leve sonrisa pintándole el fino rostro de joven adulto.

No sabía cómo se vería ahí, levitando en medio del que hizo llamar su "hogar", pero pensó que, tal vez, sería una imagen hermosa.

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*Paradise City – Guns ‘N Roses.

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