La chica de las converse rojas [Amores inefables#1]

Diario de Oliver Allen

Diario de Oliver Allen

Edad: 12 años

Mi mami dijo que teníamos que mudarnos por nuestro bien, dijo que muchas veces las personas se iban al cielo para cuidarnos desde arriba; yo no soy un bebé se que las personas mueren, pero era su forma de hacerme sentir mejor.

Desde que mi abuela nos dejo mi madre lloraba mucho por las noches, al igual que yo cuando ella se iba a trabajar. Tuve problemas en la escuela, las personas eran muy malas, no entendían mi tristeza.

Así que un día mi mami solo tomo nuestras cosas y nos mudamos a un pequeño departamento en una ciudad llamada "Vera"

Nos recibió un anciano diciendo que tenía una pequeña librería en una esquina por si en algún momento necesitábamos algo, mi madre le sonrió con amabilidad, pero yo no podía.

Aun me sentía muy roto para eso.

Edad 13 años

Llevamos un par de meses aquí, mi madre esta preocupada dice que ya no sonrió como antes, que me la paso todo el día entre mis clases, libros y películas.

Me pidió que fuera a la librería por algo que había pedido, gruñí con frustración tomando mi chaqueta y saliendo del departamento enfadado. Cuando entre a la librería el viejo O'Connor me miro con una sonrisa y fue por mi paquete.

Una chica de corto cabello rizado entro por la puerta dando saltitos, diciendo que estaba helando afuera, la mire confundido por lo que dijo, ¡Estábamos en otoño! El señor me presento a la chica diciendo que era el hijo de la señora Allen.

Ella sonrió y me dijo que amaba a mi madre.

La ignore mientras recogía mi paquete y salía por la puerta.

Pero la sonrisa de chica no sale de mi mente.

Edad 14 años

Harriet, la molesta chica de la librería que ahora veía todos los días, cuando entre a la secundaria resulto que Harriet era mi compañera. Seguía siendo tan fastidiosa como el día que la conocí.

Todos parecían amarla, excepto Dereck, ese chico odia todo.

Lo peor del asunto, ella estaba empeñada en convertirse en mi amiga. Era mi compañera de asiento, se sentaba conmigo en los almuerzos, me esperaba después de mi practica de futbol y para no sentirme tan mierda de persona, yo la esperaba a ella cuando tenían reunión del periódico escolar.

La acompañaba hasta la librería donde ella me sonreía y me daba un abrazo, diciendo que me vería al día siguiente.

No fui capaz de corresponderle los abrazos, no hasta días después.

Esa noche encontré a mi madre llorando en la sala, apretaba un papel contra su pecho como si la vida dependiera de ellos. Mi madre solo sonrió con melancolía y señalo una carta que estaba sobre la mesa.

"Para mi pequeño Oliver"

Era la letra de mi abuela.

Edad 15 años

Había aceptado a Harriet en mi vida, después de la carta de mi abuela entendí que mi tristeza no podía ser eterna. Me llevo meses, pero poco a poco volví a sonreírle a las personas, a buscar lo mejor del mundo, a disfrutar el sol y el viento, volví a creer que la felicidad era real.

Pero este día Harriet y estábamos discutiendo, no recuerdo porque discutimos debía ser algo muy estúpido para no recordarlo, recuerdo su voz gritándome que volviera por donde había venido, le pedí que se callara, pero siguió diciendo que no tenia caso, que yo no la quería como ella me quería.

Así que la tomé por la cintura acercándola a mí, si ella pensaba que no la quería iba de demostrarle lo contrario, uní mis labios con los de ella, de forma lenta y tierna, olvidando por completo la discusión de hace rato.

Unos días después le pedí que fuera mi novia.

Ella era la felicidad que necesitaba.

Y sin importar que tan roto estaba, ella me amaba.

Recopilación de partes de los diarios de Oliver