La chica de las converse rojas [Amores inefables#1]

Epilogo

Diario de Nathaniel Evans:

Ha pasado tanto tiempo desde que deje de escribir esta cosa que definitivamente no recuerdo que fue lo último que anote, así que me pondré al día.

Número uno, han pasado cinco años desde que le pedí a Harriet que fuera mi novia; han sido cinco años llenos de risas, lagrimas, citas peleas, y recuerdos perdidos, pero han sido nuestros después de todo.

Número dos, trate de estudiar en la universidad, pero después de la segunda semana terminé en el hospital por lo que decidimos con mi doctor, mi mamá y mi psicóloga que lo mejor era que no fuera.

La universidad no es para todos, y definitivamente un título no me define como persona.

A pesar de eso, y aquí viene la noticia número tres, los señores O'Connor pensaron que yo soy la persona perfecta para dirigir la librería ahora que ellos se ganan su merecido retiro, después de muchas lágrimas, besos y abrazos hablaron un abogado y oficialmente la librería es mi mía.

La cuarta noticia es que Elle tiene un lindo bebé, y no, no estuvo embarazada, al menos que yo lo recuerde. En uno de sus viajes al extranjero se encontró con un hogar para niños donde se enamoro de un precioso bebé.

Su nombre es Theo, y soy el tío más feliz del mundo.

La quinta, y la mejor noticia de todas, es que después de todo lo que tuve que pasar para encontrar a Harriet, enamorarme de ella y no olvidarla nunca más, al fin estoy a unos minutos de casarme con mi chica de converse rojas.

"Aún podemos huir a Dubái con el dinero de Harriet" Dijo Oliver mirándome a través del espejo.

Estaba acomodando mi cabello negro para evitar que cayera por mi frente, pero no tenía caso seguía tan alborotado e indomable como siempre.

Parezco Harry Potter en el prisionero de Azkaban.

Había conseguido gracias a un contacto del señor O'Connor que nos alquilaran la academia de artes por un día entero para la boda, Harriet se emocionó mucho cuando le dije la noticia y enseguida corrió a buscar un vestido que combinara con ella y el lugar; además de que conseguí un préstamo para comprarles boletos de avión a todos los invitados, además de un lugar donde quedarse a dormir por el fin de semana.

Tendría que trabajar extra un par de meses para poder pagarlo todo, pero ver la emoción en la cara de ella valió hizo que valga completamente la pena.

"¿Por qué siempre dices que debemos robar el dinero de Harriet?" Pregunto hacia Oliver mientras sigo intentando acomodar mi cabello.

El ríe de forma chistosa como si recordara de pronto un chiste privado.

"Son varios puntos". Oliver comienza a contar con sus dedos. "1, ella es la millonaria. 2, es tu novia nada como dejarla el día de su boda y de paso sin nada, ya sabes cómo en esas películas trágicas" El me dio una mirada como si fuera algo completamente obvio "3, es mi ex y algún día tendré mi venganza. 4, si me voy a sentir mal por vengarme de Harriet debe ser en Dubái en mi Ferrari, voy a sentirme como una mierda de persona, pero al menos seré millonario."