Diario de Nathaniel Evans

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21 de febrero

8:00 pm

Las cosas comenzaron a ponerse extrañas los señores O'Connor se hablaban en secreto, Y Oliver escapaba cada vez que esto pasaba dejándome completamente solo en una situación incómoda.

Elle había comenzado a salir de nuevo son sus amigos, y yo pasaba el tiempo pintando con Anne en su galería de arte.

"¿Ya sabes que pintar hoy?" pregunto Annabeth.

Me encogí de hombros ganándome una mirada de odio por parte de la chica.

"¡Te juro que si volvemos a la época en la que no me hablabas te arrojo por ventana Nathaniel Samuel Evans!" eso me hizo reír un poco "No estoy bromeando"

"No sé qué pintar" respondí en un susurro mirando el lienzo en blanco frente a mí.

"Bueno ya sabes" respondió ella mirando su lienzo "El arte siempre nace de la nada, podemos crear cosas increíbles de un espacio vacío"

"¿Y si mi mente esta vacía?"

"Llénala" responde con facilidad, la mire con odio y ella sonrió "Mira te daré dinero, iras al super y vas a traer un par de bocadillos y una coca cola"

"¿Ahora soy tu empleado?" respondí divertido.

"Si" respondió entregándome el dinero "Solo compra lo que te dije para ambos yo invito. Y en serio Nate, tienes 200 metros de aquí a allá, y 200 metros de regreso. Tienes 400 metros para inspirarte en lo que quieras, tienes un lienzo a tu alcance. Úsalo."

Sali de la galería procesando las palabras que Annabeth me dijo, por más que veía a mi alrededor y prestaba atención a los detalles no había nada que quisiera pintar.

Pintar se había vuelto la forma de expresar como me sentía, y las cosas que no quería olvidar. Había pintado cosas que me recordaran a mi mamá, a Elle, a la librería e incluso a Anne. Había pintado la seguridad que sentía con Oliver y las risas con los señores O'Coonor. He incluso el dolor que sentía respecto a mi mismo y mi padre.

Porque el dolor me hacia mas fuerte, y recordar que lo provoca me impulsa a seguir.

Llegue al super y compre todo sin ninguna idea en mente.

Solo escribiré que, ¡JAMAS VOLVERE A DUDAR DE ANNABETH!

Paso cuando iba a regreso, mirando a mi alrededor con atención. Cuando la mire, y el tiempo se detuvo a mi alrededor, de pronto deje de escuchar las cosas a mi alrededor solo sentía el ritmo de mi corazón latiendo con fuerza desde mi pecho, cada respiración que daba se sentía como un nuevo mundo.

Corrí hacia la galería, sin decirle nada a Anne comencé a pintar que solo sonrió y agarro lo que compre.

Solo rezaba por no olvidarla.

Solo rezaba por no olvidarla

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La chica de las converse rojas [Amores inefables#1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora