Especial de San Valentín

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El especial es un poco más largo de lo normal, y SI influye en lo que pasará en la historia

Espero que lo disfruten

Día 14 de febrero

Ubicación: librería de los señores O'Connor

—¡Oliver! —Grita Nathaniel siguiendo al chico por toda la librería.

El chico de ojos marrones le había quitado el celular al ojiazul. Haciéndolo enfadar, estaba comprando flores para su hermana y madre por el día de San Valentín, cuando el chico le arrebato el celular y realizo una compra.

Nathaniel ni siquiera sabía que flores había comprado el chico sin querer, pero si sabía que iba a vengarse por eso.

—¡No te lo daré hasta que digas que vienes a mi fiesta! —Dijo Oliver alejándose del chico con agilidad.

—¡Sabes lo que paso la última vez que salimos de fiesta, estuve castigado una semana Allen!

Oliver rio recordando lo que paso en la noche, bueno, al menos lo que él recordaba antes de tomar de más. También recuerda la voz de Harriet diciéndole que llamara al pobre chico.

Desde ese día no hablaba con ella.

—¡Es una fiesta sin alcohol!

—¿Por qué no te creo?

—¡Danielle va a ir!

—¡Qué bien por mi hermana! — dijo Nathaniel parando a tomar aire.

Así estuvieron un buen rato, hasta que la señora O'Connor le pidió a Nathaniel si podía ir a entregar unos pedidos de libros al correo de la ciudad. El chico asintió con gusto sabiendo que era parte de su trabajo, e ignorando al chico salió por la puerta con los paquetes en su mano.

Sabía que Oliver no trataría de seguirlo, el chico tendría que volver por su teléfono en algún momento y Oliver era demasiado flojo para caminar hasta el centro.

Minutos de tranquilidad.

Nathaniel sabía de memoria el camino a la oficina de correos, era normal que el chico pasara por ahí todo el tiempo. Recordaba las casas que veía, los colores, las flores que observaba incluso a las personas que lo saludaban. La señora de la floristería, el hombre del camión de helado, e incluso una dulce niña que salía a saludarlo.

Cada vez que Nathaniel hacia esto se sentía como un chico completamente normal, era extraño como una tarea tan simple lo hacía sentir tan completo. La cotidianidad del momento lo hacia sentir seguro.

El chico iba tan concentrado que no noto cuando choco con una chica, cuando volvió a la realidad sus paquetes estaban desparramados por el piso. La misteriosa chica se puso de pie y se alejo incluso antes de que el chico dijera una disculpa.

Nathaniel recogió sus paquetes en silencio siguiendo por la mirada el camino por el cual la chica se había ido, sacudió las dudas de su mente y entro a la oficina de correo sin decir nada. El chico rubio detrás del mostrador ya lo conocía, así que fue sencillo dejar sus paquetes.

—Creo que olvidaste —. Dijo el rubio sonriendo —Pero este paquete es tuyo.

El ojiazul tomo el paquete que el rubio le ofrecía, defectivamente tenía su nombre y dirección. Se disculpo con el chico y regreso a la librería, donde el viejo ignoro sus preguntas con respecto al paquete misterioso.

—Nathaniel cariño—. La señora O'Connor acaricio su cabello con ternura —Muchas veces en la vida tienes que dejar las cosas como están, no les de vueltas a un asunto que no las tiene. Solo te dará dolor de cabeza.

La chica de las converse rojas [Amores inefables#1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora