THE END OF THE FUCKING WORLD --The Umbrella Academy-- [[EN PAUSA]]

3. Solo nos vemos en los casamientos o velorios

*Narrador omnisciente*

Gris, lluvioso, frío, inquietante y triste; así era ese el día.

La séptima Hargreeves había llegado a su antiguo hogar por causa del fallecimiento de su padre.
Entró y comenzó a observar. Presenció a su madre Grace, un robot. La saludó, aunque no obtuvo respuesta.

Se reencontró también con Allison, una de sus hermanas, quien la recibió gustosa con un gran abrazo, y además uno de sus hermanos: Diego, que, al contrario de Allison, ni siquiera la saludo y solo quiso que se fuera.
Vanya le dio la razón a Diego y dijo que tal vez debía irse, mientras que Allison se lo negó.

-Es bueno verte - le dijo finalmente.

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Vanya siguió recorriendo la casa, hacía mucho que no visitaba ese lugar. Se dirigió entonces a un estante de libros y se encontró con el suyo, lo abrió y vio la dedicatoria "Papá, pensé ¿porque no? V."

Ahí se encontró con un integrante más de su peculiar familia

-Bienvenida a casa, Vanya.

-Pogo- dijo ella acercándose a él para abrazarlo.

Conversaban el simio y la chica, después está última dirigió su mirada hacía los cuadros de sus dos hermanos.

-¿Cuánto tiempo pasó desde que Cinco y _____ desaparecieron? - preguntó ella.
Pogo con un gran suspiro respondió

-De Número Ocho han pasado 16 años, 5 meses y 14 días y de Número Cinco 16 años, 4 meses y 14 días, tan solo un mes menos... - la chica lo miró con asombro por recordar con tanta exactitud las fechas -Tú padre insistió en llevar la cuenta - añadió esto último al notarlo.

-¿Quieres saber algo ridículo? Al principio Cinco y yo dejábamos las luces encendidas para ella. Teníamos miedo de que volviera de noche, con la casa oscura y no pudiera encontrarnos y volviera irse, además de que a ella le asustaba estar sola en la oscuridad. Cada noche dejábamos comida y las luces encendidas. Y cuando también Cinco se fue, yo seguí haciéndolo sola por la misma razón.

-Recuerdo bien tus bocadillos. Me tropecé con la mitad de esos sándwiches de malvaviscos y mantequilla de maní que a ambos les encantaban... Vanya, tu padre siempre creyó que Número Ocho y Número Cinco estaban allá afuera. Tenía la esperanza de que Cinco encontrara a su hermana y la protegiera, ella era más vulnerable, pero aún así no perdió la fé.

-No sirvió de nada - dijo finalmente Vanya.

Extrañaba a sus hermanos, ellos dos eran los únicos que la hacían sentir parte de esa familia. Sabía que ambos eran fuertes y que algún día volvería a encontrarse con ellos, de verdad que los extrañaba demasiado.

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-Fue alguien cercano a él, que le tenía rencor - declaró Número Uno

Todos los hermanos -o bueno, los que podían estar presentes- ya se habían reencontrado después de tantos años.

Ahora se encontraban reunidos en la sala, Luther estaba dando la idea de hacer algo como un funeral para su padre en el patio al atardecer.

También mencionó el tema de que la muerte de Reginald no fue un ataque cardíaco como había dicho el médico, sino que era un misterio que habría que resolver, además de que su monóculo estaba perdido, y en ello acusó a sus hermanos del posible asesinato.

-¿A dónde quieres llegar? - dijo confundido Número Cuatro

-¿No es obvio, Klaus? Cree que lo mató uno de nosotros - le aclaró Número Dos.

Todos quedaron sorprendidos y un tanto indignados por tal inculpación.

-Así se hace Luther. Que gran líder - reprochó Número Dos saliendo.

-Estás loco, viejo, estás loco - añadió Klaus -¡Loco!.

-Aún no termino - dijo Número Uno.

-Ok, discúlpame, voy a matar a mamá y vuelvo enseguida - dijo Klaus sarcásticamente para después salir de la habitación siguiéndole Vanya y Allison. Luther solo suspiró

-Estupendo - dijo Uno quedándose sólo.

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