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Nerviosa y con mucho miedo de lo que se afrontaba, entro a la habitación decidida a hablar con Harry. ¿Tema?, su nuevo trabajo.

Harry había llegado hace una hora desde la madriguera, Ginny obviamente no lo sabía. El solamente le dijo que había tenido un día pesado y necesitaba descansar cuando ella le preguntó por su día al llegar a casa.

Con la perilla de la puerta en la mano, dio un suspiro y la abrió. Harry estaba en la cama con pijama, haciendo espacio entre las manta para meterse en ella.

—¿Harry?— el levanto la mirada y ambos quedaron mirandose a los ojos.

—Si es para cenar, no quiero. Solo quiero dormir.—

—No, no es eso. ¿Podemos hablar?— dudo en hablar con el en ese momento, ya saben, por qué el estaba cansado. Pero si no lo hacía ahora no lo haria; además necesitaba entrar a trabajar ya.

—Si, claro. ¿Ocurrió algo?— Se preocupó al ver la cara de Ginny.

—No, no, no ,no. Tranquilo.., ven siéntate.—Lo llevo hacia un sofá a los pies de la cama.

—Me estas asustando Ginny, ¿está todo bien?, ¿ocurrió algo con la niña?—

—Quería hablarte sobre..., por favor no te enojes. Pero entraré a trabajar; en la sección de deportes del profeta.— Decidió ser clara y directa.

Harry abrió los ojos como plato y se paró inmediatamente.

—¿Q-que?—

—No te enojes, por favor. Es lo mejor para todos; ahora que Lily entrará a Hogwarts, tú trabajando todo el día y como me voy a retirar de las Arpías, sería una buena manera para no estar sola aquí ahogándome sin nada que hacer.—

—¡No puedes!— dijo inmediatamente al saber que Draco era el que administraba gran parte del profeta.

Esa era la razón por la que Harry no la apoyó a obtener el trabajo. No quería que Draco y Ginny se reencontraran y peligrará todo lo que habían logrado.

A Ginny se le calentó la sangre al ver aquella postura de Harry. ¿Quién es el para decirle que hacer y que no?, es su marido, si, pero el no está en ni un derecho. Además ella ya había aceptado, quiera o no.

—¿Y porque no?— Se paró enojada de la misma manera que el.

—¡Porque no tienes porque trabajar!, ¡No te falta nada aquí!—

—¡¿Y eso que tiene que ver?!, ¡Hay algo que se llama pasión, no necesidad!—

—Si quieres hacer algo mientras no está Lily puedes no lo sé.., tejer, pintar, jugar Quidditch.—

—¡Eres arcaico!—

—¿Arcaico?, ¡Y como tú madre!, ¡Ella no se queja!—

—¡Ya acepte el trabajo!, ¡Y me alegra tener a alguien dentro de el que si me apoye no como mi propio esposo!— Lo último lo dijo como por instinto. ¿Le está comenzando a encontrar pros a Draco?.

Harry quedo piedra.

—¿Q-quien?..— Ginny no respondió al darse cuenta, sorprenderse de sus propias palabras.—¡Maldición, Ginny; quien!—

—Baja tú tono, Harry. Esta la niña, recuérdalo.—

Harry respiro hondo y trato de relajarse. Pero le era imposible al pensar que quizás ella esté recordando a Draco.

—Por favor Ginny, ¿quién?— La miro a los ojos.

—M-Malfoy.— Harry se sentó en la cama con las manos en la cara.

¿𝙼𝚘𝚛𝚝𝚒𝚏𝚊𝚐𝚘? -𝒟𝓇𝒶𝒸ℴ ℳ𝒶𝓁𝒻ℴ𝓎 & 𝒢𝒾𝓃𝓃𝓎 𝒲ℯ𝒶𝓈𝓁ℯ𝓎 -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora