¿𝙼𝚘𝚛𝚝𝚒𝚏𝚊𝚐𝚘? -𝒟𝓇𝒶𝒸ℴ ℳ𝒶𝓁𝒻ℴ𝓎 & 𝒢𝒾𝓃𝓃𝓎 𝒲ℯ𝒶𝓈𝓁ℯ𝓎 -

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—Estas lista?- Draco entraba a la habitación.

Ella estaba vestida con un vestido negro, ajustado de arriba, hasta la cintura, suelto por abajo. El vestido tenía un cinturón dorado. Llevaba el cabello solo recogido de dos mechones, con el pelo ondulado, y unas zapatillas chinitas negras; Su maquillaje era natural, solo se encrespo las pestañas, un poco de rímel y gloss, además del perfume.

-Esto sientes cada vez que viene?- pregunto moviendo sus manos por los nervios, el se acercó y la tomó por la cintura.

-Depende, si sientes miedo y ganas de vomitar, si.- Ambos rieron, el logro sacar un poco la tensión que ambos tenían en ese instante.

-Prometeme que estarás a mi lado siempre.- Ella miro a los ojos al rubio, este respondió besando la.

El tomo su mano, beso sus nudillos, y la encaminó por el pasillo. Bajaron las escaleras y al llegar a la sala, Ginny paró en seco.

Ahí habían, sentados en aquella mesa donde comían diariamente, mortifagos y en la cabeza, Lord Voldemort.

Draco notó como ella dejó de caminar, se volteo, y le dio un pequeño beso, pequeño, pero lleno de seguridad.

-Estaré contigo, no te pasara nada- Susurro, ella asintió y tomaron asiento entre Bellatrix y Narcissa.

Ginny no quería levantar la vista, no quería chocar miradas con los que estaban en aquella mesa, pero si pudo identificar por la voz, unos cuantos del ministerio, unas personas que trabajaban en el callejón Diagon.

Solo se concentro en lo que hablaban cuando sintió que Draco apreto su mano, y todos dirigieron la mirada hacia ella.

-Ginevra Weasley...‐ Ella levantó la vista, tiritando, pero Draco apretaba su mano.

-Jamás crei tener a una Weasley, podría decir traidora a la sangre, pero veo que se autocorrigio, en mis filas bueno, aún no oficialmente, pero puede decirse que si.....-Ginny miro a Draco quien tenía también miedo en su mirada.

-Parate, querida, serás más útil aquí.-El con su varita apunto un lugar apartado de la mesa, seguido de ella, comenzó a caminar otro mortifago, Dolohov, quedo parado tras ella.

Draco estaba desesperado, pues ya sabía el porqué había sido requerida la presencia de la pelirroja en la reunión.

-Draco..., Draco ven.‐ El apunto de llorar, obedeció, y camino junto a él, a unos metros de Ginny.- Saca tú varita.- Draco sin querer, saco su varita.

Justo cuando Draco creyó que tendría que torturar a su novia, Colagusano entró a la sala, con una prisionera, que estaba alojando en el sótano, Marietta Edgcome.

-Ginny, Ginny por favor, tu me conoces, no hagas esto..- Marietta lloriquiaba, intentando soltarse del agarre de la rata.

-¡Silencio!, niña estupida...., Draco, ya sabes que hacer.., o nuestra querida Ginny sufrirá por tus errores..- Dijo con una voz convincente.

Draco miro a Ginny, la cual recién se había percatado de lo que estaba ocurriendo, ambos hicieron contando visual, ella no quería que el lo hiciera, pero el no quería que le hicieran nada a la única persona en el mundo que el ama.

-Ginny, porfavor..-Lloraba la muchacha.

-Draco, vamos...- Ginny lo alentaba, sabia que estaba haciendo mal, pero era eso o ambos salían heridos.