Último día en Australia. Estas semanas han sido completamente maravillosas, hemos hecho un montón de cosas increíbles; submarinismo, surf, excursiones por la selva... y hemos disfrutado como niños pequeños. Con Hugo todo está perfecto, después de la última discusión no hemos vuelto a tener ni el más mínimo problema. Hemos pasado los días divirtiéndonos en familia con Area y las noches amándonos como solo nosotros sabemos.
Nunca podré olvidar este viaje, siempre había soñado con venir aquí, pero venir con Hugo y con Area ha hecho que sea muchísimo más especial.
¿En que piensas? – dice Hugo mientras me rodea con sus brazos.
-En lo felices que hemos sido estos días -respondo girándome para quedar frente a él
-Acostúmbrate a esto, porque todos nuestros días van a ser así
-No sé Hu, tengo miedo que al volver a Madrid, esta burbuja nos estalle en la cara – hago una mueca
-Ey pequeña, te juro que todo va a estar bien y que nadie va a poder volver a hacernos daño – me atrae hacía él para abrazarme.
-¿Me lo prometes?
-Te lo prometo
-¿Sabes? Este viaje me ha servido para ser más consciente aún de lo fundamental que eres en mi vida y de lo que te necesito para ser feliz. Te quiero muchísimo más de lo que puedas imaginar, enserio.
-Gracias Eva
-¿Gracias por qué? -pregunto extrañada
-Por hacerme sentir el tío más feliz del mundo. Yo también te quiero mucho más de lo que pudiera imaginar nunca.
-Es recíproco Hugo. -y sus labios buscan los míos que se atraen como si de un imán se tratase
Una noche más el beso va subiendo de intensidad y nuestras manos recorren el cuerpo del otro como si fuese la primera vez, las respiraciones se agitan y las pulsaciones no paran de subir. Otra noche más nos unimos en uno, demostrándonos todo lo que nos queremos y todo lo que nos necesitamos, sin necesidad de palabras.
Tras una hora, nos encontramos exhaustos en silencio, intentando recuperar el aliento mirando al techo en la cama.
-¿Qué pasa por esa cabecita? – le digo a Hugo al ver que tras varios minutos sigue en la misma postura.
-Llevo desde el segundo día que estamos aquí dándole vueltas a algo -suelta Hu
-Dime, ¿qué pasa? – me preocupo y el lo nota ya que me acaricia la cara para relajarme
-No es nada malo, tranquila -deja un beso en mi frente
-¿Qué es entonces?
-¿Sabes el otro día, cuando Area dijo lo de que quería un hermano?
-Si, ¿qué pasa?
-Pues esa noche, soñé que estabas embarazada. Estabas preciosa con la tripa, te lo juro.
-Hugo, al grano
-¿Sería una locura intentarlo?
-¿Intentar el qué Hugo?
-Yo tengo claro que esto ya es para siempre Eva, vale que hace 2 semanas que nos reconciliamos pero sé que no me voy a volver a separar de ti. Siempre hablamos de que queríamos ser padres jóvenes y no sé...¿por qué no ahora?
-¿Quieres que tengamos un hijo Hu? -mis ojos ya estaban llenos de lágrimas, eres una blanda Eva
-Sólo si tu quieres, claro. Sino podemos esperar, tenemos toda la vida, no quiero que te sientas presionada ni que pienses que...
-Quiero tener un hijo contigo Hugo -le interrumpo- lo quiero todo contigo, intentémoslo, pero no seas impaciente, podemos tardar incluso años en quedarnos embarazados.
-¿Me lo estás diciendo de verdad? – veo la ilusión en sus ojitos
-Sólo espero que se parezca a mi – sonrío y Hugo me besa con todo el amor del mundo.
-Si es niño, Yerai -suelta Hugo
-Si hombre, ¿y qué más? – digo riendo
-Oye, a mi me gusta Yerai
-Que no le voy a poner a mi hijo nombre del cani del pueblo, olvídate
-Bueno ya te convenceré, pero si es niña está claro, ¿no?
-Atenea Cobo Barreiro – digo sonriendo
-Me encanta, pero ¿sabes qué me gusta más?
-Sorprendeme
-Tú Eva, me tienes jodidamente loco.
-Te amo Hugo
-Yo te amo más pequeña
Y cerramos la noche volviendo a amarnos otra vez, pero ahora todo es diferente, ahora buscamos al pequeño o a la pequeña que ponga patas arriba nuestras vidas.