CAPÍTULO 7: PETICIÓN

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Último día en Australia. Estas semanas han sido completamente maravillosas, hemos hecho un montón de cosas increíbles; submarinismo, surf, excursiones por la selva... y hemos disfrutado como niños pequeños. Con Hugo todo está perfecto, después de la última discusión no hemos vuelto a tener ni el más mínimo problema. Hemos pasado los días divirtiéndonos en familia con Area y las noches amándonos como solo nosotros sabemos.

Nunca podré olvidar este viaje, siempre había soñado con venir aquí, pero venir con Hugo y con Area ha hecho que sea muchísimo más especial.

¿En que piensas? – dice Hugo mientras me rodea con sus brazos.

-En lo felices que hemos sido estos días -respondo girándome para quedar frente a él

-Acostúmbrate a esto, porque todos nuestros días van a ser así

-No sé Hu, tengo miedo que al volver a Madrid, esta burbuja nos estalle en la cara – hago una mueca

-Ey pequeña, te juro que todo va a estar bien y que nadie va a poder volver a hacernos daño – me atrae hacía él para abrazarme.

-¿Me lo prometes?

-Te lo prometo

-¿Sabes? Este viaje me ha servido para ser más consciente aún de lo fundamental que eres en mi vida y de lo que te necesito para ser feliz. Te quiero muchísimo más de lo que puedas imaginar, enserio.

-Gracias Eva

-¿Gracias por qué? -pregunto extrañada

-Por hacerme sentir el tío más feliz del mundo. Yo también te quiero mucho más de lo que pudiera imaginar nunca.

-Es recíproco Hugo. -y sus labios buscan los míos que se atraen como si de un imán se tratase

Una noche más el beso va subiendo de intensidad y nuestras manos recorren el cuerpo del otro como si fuese la primera vez, las respiraciones se agitan y las pulsaciones no paran de subir. Otra noche más nos unimos en uno, demostrándonos todo lo que nos queremos y todo lo que nos necesitamos, sin necesidad de palabras.

Tras una hora, nos encontramos exhaustos en silencio, intentando recuperar el aliento mirando al techo en la cama.

-¿Qué pasa por esa cabecita? – le digo a Hugo al ver que tras varios minutos sigue en la misma postura.

-Llevo desde el segundo día que estamos aquí dándole vueltas a algo -suelta Hu

-Dime, ¿qué pasa? – me preocupo y el lo nota ya que me acaricia la cara para relajarme

-No es nada malo, tranquila -deja un beso en mi frente

-¿Qué es entonces?

-¿Sabes el otro día, cuando Area dijo lo de que quería un hermano?

-Si, ¿qué pasa?

-Pues esa noche, soñé que estabas embarazada. Estabas preciosa con la tripa, te lo juro.

-Hugo, al grano

-¿Sería una locura intentarlo?

-¿Intentar el qué Hugo?

-Yo tengo claro que esto ya es para siempre Eva, vale que hace 2 semanas que nos reconciliamos pero sé que no me voy a volver a separar de ti. Siempre hablamos de que queríamos ser padres jóvenes y no sé...¿por qué no ahora?

-¿Quieres que tengamos un hijo Hu? -mis ojos ya estaban llenos de lágrimas, eres una blanda Eva

-Sólo si tu quieres, claro. Sino podemos esperar, tenemos toda la vida, no quiero que te sientas presionada ni que pienses que...

-Quiero tener un hijo contigo Hugo -le interrumpo- lo quiero todo contigo, intentémoslo, pero no seas impaciente, podemos tardar incluso años en quedarnos embarazados.

-¿Me lo estás diciendo de verdad? – veo la ilusión en sus ojitos

-Sólo espero que se parezca a mi – sonrío y Hugo me besa con todo el amor del mundo.

-Si es niño, Yerai -suelta Hugo

-Si hombre, ¿y qué más? – digo riendo

-Oye, a mi me gusta Yerai

-Que no le voy a poner a mi hijo nombre del cani del pueblo, olvídate

-Bueno ya te convenceré, pero si es niña está claro, ¿no?

-Atenea Cobo Barreiro – digo sonriendo

-Me encanta, pero ¿sabes qué me gusta más?

-Sorprendeme

-Tú Eva, me tienes jodidamente loco.

-Te amo Hugo

-Yo te amo más pequeña

Y cerramos la noche volviendo a amarnos otra vez, pero ahora todo es diferente, ahora buscamos al pequeño o a la pequeña que ponga patas arriba nuestras vidas.

¿Siempre?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora