- ¿Estás segura de que no está en su casa? Cómo nos pille allí se va a la mierda todo.
-Se ha quedado en tu piso por si volvías, tranquila. Tengo todo controlado.
Os preguntaréis qué está pasando y por qué estoy "desaparecida". No me han secuestrado ni nada por el estilo, simplemente llevamos un par de semanas Sam y yo preparando esto. He comprado una casa para Hugo y para mí a las afueras de Madrid, con jardín y piscina para vivir juntos de una vez.
Quiero que sea sorpresa y que no se lo espere para nada, por eso hemos hecho este juego, puede que se nos haya ido un poco de las manos pero ya no hay marcha atrás.
Ahora, mientras Hugo está en mi piso, vamos a ir al suyo para recoger todas sus cosas y llevarlas para la casa nueva y que así esté todo listo para quedarnos allí a vivir ya. Además, tengo otra sorpresa que darle.
Me da un poco de pena porque el pobre no para de llamarnos una y otra vez y nosotras no le respondemos, pero necesitamos hacer todo esto en secreto.
Una vez que estamos en su casa, intentamos recoger todo lo más rápido posible por si se le da por volver aquí. Flavio también lo sabe y ha venido a ayudarnos para terminar antes.
Cuando estamos terminando, decidimos enviarle el mensaje con las coordenadas de la dirección de la nueva casa para que vaya hasta allí, la mañana siguiente. He hablado con todos nuestros amigos para hacer una pequeña fiesta de inauguración de la casa.
Terminamos de guardar todo y ponemos rumbo a la casa. Después de pasarnos días y días en secreto mirando todas y cada una de las casas de Madrid, encontré por casualidad, la casa de nuestros sueños. Tiene todo lo que siempre hemos querido los dos, es completamente alucinante. Grande, con techos altos, vestidores enormes, balcones y terraza con microscopio para mirar las estrellas, pero mi parte favorita sin duda es el enorme jardín con una gran piscina. Pienso pasarme todo el verano tomando el sol y bañándome.
Lo que queda de noche, nos la pasamos colocando todo lo que habíamos comprado de decoración y las miles de cajas de ropa que teníamos ambos.
Pasadas no sé cuantas horas, el sueño se apodera de nosotros y nos quedamos dormidos en el sofá.
NARRA HUGO
Lo que queda de noche me la paso mirando con detenimiento el maldito mensaje, llamo también al número pero nadie me responde.
Tengo mucho miedo por si le ha podido pasar algo y yo no puedo hacer nada por ella.
Realmente estoy cagado de miedo. Si le pasa algo yo me muero, me sentiría culpable toda la vida por dejarla sola todo el día y no sabría cómo seguir adelante.
Me pongo en todas las malas situaciones posibles, pero saco fuerzas de dónde puedo e intento mantener la calma. Todo va a estar bien, me repito una y otra vez intentando autoconvencerme pero no puedo dejar de temblar.
Las horas se me antojan años, cada vez que miro el móvil han pasado 2 minutos como mucho.
A las 12:00 de la mañana recibo un nuevo mensaje:
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No dudo un segundo en coger mis cosas y poner rumbo a aquella dirección, todo pinta tan mal que estoy acojonado pero el necesitar verla bien supera cada uno de mis miedos.
Pongo las coordenadas en el GPS y me dirijo allí, el centro de Madrid queda atrás y cada vez esto pinta peor.
Tras casi 1 hora conduciendo llego al lugar que me han indicado. Es una casa inmensa con un portalón enorme, que se abre en cuanto mi coche asoma. Entro con el coche mientras observo cada uno de los detalles de la casa, verdaderamente es una casa preciosa, en unfuturo me gustaría tener una como esta, pero mi cabeza ahora mismo no está para pensar en el futuro. Solo quiero ver a Eva y que vuelva conmigo a casa.
Aparco el coche y me tomo unos segundos para intentar tranquilizarme y salgo. Me tiemblan las piernas cada vez que doy un paso más, soy un puto flan.
Toco el timbre una vez pero nadie responde, insisto de nuevo y veo como la puerta se abre pero todo está oscuro.
