capítulo 54.- pesadillas

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Valentina

- porfavor dime qué me quiere, es lo único que te pido

- sabes que no puedo

El llanto se apodera de mi y el rostro de Daniel comienza a distorcionarse y el rostro del hombre que me arrebato lo único bueno que pude llegar a tener aparece frente a mi, siento tanto coraje que no lo dudo y me aviento sobre él, tratando de golpearlo, pero solo es una versión de humo, por lo que mis golpes no le hacen absolutamente nada, él solo se queda parado, viéndome y riéndose de mi

- ¿Te enamoraste de tu hermano pequeña zorra?

Vuelve a reír y yo intento volver a pegarle

- dime ¿Que se sentiste cuando lo tuviste dentro de ti?

Sabe que me lástima con las cosas que dice y se que en cambio yo, no le estoy haciendo nada

- ¿Te hizo gemir su nombre? ¿Cuando te veniste, gritaste el nombre de tu hermano?

Apesar de que mi orgullo se niega a doblegarse, terminó hincada sobre el suelo y tapando mis oídos, pero sigo escuchando sus asquerosas palabras y su macabra risa

- vamos, si tú me cuentas lo que sentiste cuando te follabas a tu hermano, yo puedo decirte lo bien que me cogí a tu amiguita

El llanto no dejaba de emanar de mis ojos, la desesperación y el odio crecían cada vez más dentro de mi

- mírame pequeña zorra

No quería

- ¡Que me mires te he dicho!

Alzó la mirada para encontrarme frente a mi a mi padre apurando con una pistola a Daniel y sin decir nada ni preguntar algo, el sonido del balazo me sobresalta y grito tan fuerte como puedo, me levanto tratando de ayudar a Daniel, tratando de poder llegar a él y serciorarme que está bien, sin embargo, entre más corro, más me alejo

- !NO! !DANIEL!

- ¡DANIEL!

Miro a mí alrededor y me doy cuenta que estoy en mi habitación, solo había sido otra pesadilla

Me restriego los ojos para tratar de despertarme un poco más mientras trato de ignorar el temblor de mis manos y mi respiración agitada

Empezaba a acostumbrarme a levantarme en este estado, las pesadillas habían estado apareciendo desde el primer día que supe toda la verdad.

Los días se han pasado de lo más horrible, pueden creerme cuando les digo que lo único que he hecho ha sido, comer y dormir, no salgo de mi habitación ya que fue una orden del.señor que me tiene aquí, si no sabes a quien me refiero, pies al mismo hombre que arruinó por completo mi vida, no pienso volver a llamarlo "padre" el no se merece ese título, está más que demostrado que le queda muy grande.

Alguien toca mi puerta y se que se trata del desayuno, me levanto de mi cama y abro la puerta, la muchacha que me recibe me regala una linda sonrisa pero ni siquiera intento contestarla, solo cierro luego de tomar mi bandeja y me dirijo de.nuevo a la cama.

Ha pasado una semana exactamente desde que todo explotó en mi cara, una semana de no saber nada del mundo de afuera, no saber cómo está Alejandra, cómo está Jessi, como está mi amigo y aunque me cueste admitir, también quiero  saber cómo está Daniel.

El nudo en mi garganta aparece por el recuerdo de todo lo que vivimos y el ya familiar vomitó lo acompaña.

Desde que estoy en esta casa de nuevo, las lágrimas no me han abandonado, incluso cuando intento ignorarlas, ellas están ahí como si tuvieran vida propia, soy consiente de que mi estado físico y sobre todo mi estado emocional está muy mal, lo más probable es que tenga que necesitar ayuda profesional para poder superar todo lo que ha sucedido en mi vida, pero si somos realistas, mi padre jamás permitirá que alguien sepa las cosas que ha hecho, no es tonto y yo no soy una ilusa, se que aunque me case, él nunca dejará de ser un problema.

Terminó a duras penas mi desayuno y dejó la bandeja en el suelo para poder acostarme en la cama, tengo un sueño terrible pero se que se debe a las constantes pesadillas que me atormentan de noche y no me dejan descansar, así que sin tener nada más que hacer, cierro mis ojos y me dejó llevar por la obscuridad.

El lago se ve más hermoso de lo que recuerdo, las estrellas del firmamento alumbran con tanta intensidad que casi podría jurar que igualan la luz que emana la luna, me siento en la arena y río por recordar el comentario de Daniel, aquel en donde preguntaba ¿Cómo era posible que hubiera arena en un lago?

Me acuesto sin importar batirme, solo quiero sentir la arena en mi cuerpo y la brisa del aire, paz, siento una paz que había olvidado que podía llegar a sentir, cierro mis ojos dejando que el sentimiento me embargue por completo, sin embargo mi momento se ve interrumpido por pasos, abro los ojos y entonces lo veo y las lágrimas no tardan en aparecer

Daniel está parado a pocos centímetros de mi y me observa con culpa pero con sentimiento, se que él no me ve como una hermana y aunque duela admitirlo, yo tampoco puedo verlo de esa forma, no después de haberme entregado a él, pero la culpa me azota y trato de desviar la mirada pero no puedo, observó como se agacha a mi altura y sin decir nada, se inclina hacia mi rostro uniendo nuestros labios.

Trato de alejarlo pero no puedo y la verdad es que tampoco quiero

Mientras me besa, empuja levemente haciendo que vuelva a quedar acostada en la arena y lo siento pocisionarse sobre mi sin llegar a aplastarle, lo sigo besando y me estremezco cuando siento sus manos sobre mi cuerpos, acariciando cada centímetro de mi piel, llevando la excitación a todo mi cuerpo y haciendo que se concentre en una zona en específico.

Siento como su mano acaricia mi pierna y comienza a subir poco a poco hasta llegar a mi cuello, lo sigo besando hasta que me aparta de manera brusca y la mano que había estado en mi cuello hace más presión de la necesaria, cortando por completo el suministro de aire.

Abro los ojos de golpe y un grito de horror brota de mi garganta al ver el rostro de mi padre, riendo macabramente, forcejeo para librarme de él, siento como me sacude....

- ¡Despierta Valentina!

Abro los ojos de golpe y me encuentro de inmediato a quien necesitaba ver en estos momentos y sin dudarlo, me tiro a sus brazos quienes me reciben gustosos abrazándome y acariciando mi espalda, y es en ese momento en que el torrente de lágrimas hace una aparición magistral, mojando la camisa de mi mejor amigo mientras él se dedica a solo susurrarme que todo estará bien

- ya estoy aquí linda, y te prometo que pronto acabará todo

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3/4

Algo inesperadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora