Hoy era un nuevo día, aquí el amanecer es muy lindo por qué todo es tranquilo cuando desperté Hector ya no estaba supongo que fue a trabajar yo me bañé me arregle por qué quiero ir a montar caballo.
Llegó a la cocina donde están todas las empleadas y la señora María, todas están asiendo algo.
-Buenos días- digo adentrándome a la cocina, todas voltean a verme.
-Buenos días Señora- dice María.
-Maria me puedes servir el desayuno aquí por favor- digo sentándome en la mesa de la cocina.
-Claro que si señora pero no creo que al joven Hector le guste que usted desayuné aquí- dice ella sirviendo el desayuno.
-No importa lo que diga Hector a mí no me importa comer aquí en la cocina y convivir con ustedes somos iguales y quiero que me digan Carlota- dije mirándolas a todas.
-Ok Carlota yo me llamo Linzy- dice una muchacha morena Un poco alta y de ojos marrones.
-Yo me llamo Erika- dice una mujer como de la edad de María, es gordita, bajita.
-Yo me llamo lucrecia- dice una muchacha como de mi edad rubia un poco baja.
Todas se presentaron me dieron una sonrisa, María me sirvió 2 tacos, frita picada café y jugo de naranja.
-Mucho gusto a todas bueno ya saben que me llamo Carlota, tengo 18 años, soy Mexicana, me casé hace poco con Héctor- digo presentándome y comiendo.
-Bueno déjeme decirle Carlota que eres muy bonita- dice Erika.
-Gracias- digo levantándome y caminado hacia afuera.
-Señora Carlota ¿Cómo está?- dice José Antonio viéndome.
-Jose Antonio quiero que me ensilles el caballo de ayer quiero dar un paseo.
-Claro señora ya se lo ensillo- dice el caminado hacia los establos, y yo lo sigo.
Pasaron alrededor de 5 minutos y el sale con la yegua de ayer.
-Aqui está señora, está lista para que salga- dice el.
-Gracias y te voy agradecer que me digas Carlota no soy tan grande- digo soltando una risita- solo tengo 18 años.
-Ok Carlota- dice el pasándome a la yegua.
El me ayudó a subir a la yegua y luego se fue a trabajar.
Doy un paseo largo por donde Hector me llevo ayer y ahí lo veo está en el campo con el que supongo es el capataz de esta hacienda así que me bajo de la yegua y vota hasta donde está el.
-Hola mí amor- digo abrazándolo por atrás.
El se voltea y me ve muy enojado cosa que me confunde.
-Que haces aquí Carlota- dice hablándome molestó y tomándome del brazo muy fuerte.
-Hector solo quería venir a verte salir no pretendes que me quedé siempre encerrada cierto- digo forcejeando con él para que me suelte, pero no lo hace solo me aprieta más.
-No pues no tienes nada que hacer aquí quiero que te largues y quiero que me digas quién te ensillo a la yegua- dice apretando más el agarre.
-Sueltame Héctor no respondo, y fue Jose Antonio, solo quise venir a ayudarte, a verte por qué no estabas cuando desperte- sigo forceando.
Cansa ya de que me este lastimando le doy una fuerte cachetada y corro me monto en la yegua y salgo a todo galope, ignoro los llamados que me hace.
Cuando llegó a la hacienda me bajo de la yegua y subo corriendo a la habitación.
Al rato entra Hector muy furioso cierra la puerta de golpe y la pone con seguro. La verdad me estoy muriendo de miedo.
-Que sea la última vez que tú me pegas y me dejas en ridículo delante de mis empleados- dice caminando de un lado a otro.
-Te advertí que me soltaras y no lo hiciste- digo con calma.
Y sin verlo venir me pegas una cachetada, que hace que me caiga al piso yo suelto un gemido de dolor, me agarra del cabello y me alza para volver a pegarme, me estrella contra la pared y sigue pegándome y yo sigo llorando.
-Eso es para que aprendas a obedecerme- dice dejándome tirada en el piso.
-En tu vida me vuelvas a golpear por qué te juro que no me va a importar lo que me hagas te responderé de la misma forma-
digo levantándome para ir a darme un baño escucho como la puerta se cierra otra vez yo me desvisto para limpiarme toda la sangre tendré que ir a pedir algo para curarme.
Escucho que tocan la puerta y voy a ver quién es cuando abro es María con muchas cosas para curar.
-Ay mi niña por qué Hector te pego- dice ella limpiandome yo solo me quejo.
-Por que lo guía buscar a y bueno tuvimos una discusión y yo le pegue una cachetada pero eso no justifica que me pegue- digo llorando.
Después de un rato María se va, a esa señora le tengo mucho aprecio ella se ha portado bien conmigo.
Llegó la noche y Héctor no ha llegando lo cual no me preocupa.
-Hola pre-ciosa- dice el está muy borracho.
-Hector estás muy borracho duérmete por favor.
-No porque quiero hacerte mia- dice agarrandome fuerte de la cintura.
Empieza a besarme se cuales son sus intenciones y yo no quiero.
-Hector no quiero- digo empujándolo pero el no se mueve.
-Pues yo si quiero y punto- dice dándome una cachetada, y para mí es imposible no llorar.
Me arranca la ropa de manera brusca y yo solo intento quitarlo pero gritos pero al parecer nadie me va a ayudar.
-Hector ya me duele- el solo se separó y me volvió a pegar.
Y si Héctor no solo me pegó, también me violo cuando terminó se quedó dormido la verdad es que yo solo tengo ganas de largarme y no volver más, pero lo amo y si se que suena muy masoquista pero lo quiero, quiero que vuelva ese hombre del cual me enamoré, con el que me casé, y espero no lo haga otra vez por qué si no se va arrepentir, me voy a ir voy a buscar la ayuda de mi papa claro que no le voy a decir nada, pero yo no tengo por qué soportar estás humillaciones no solo de él si no también de Sara y de su hermano.
Después de que el se durmió me bañé me siento sucia, siento repulsión por el.
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Mi Dulce Venganza
RandomCarlota Montero Olivares una chica muy linda, cuerpo lindo, vive con su abuelo materno no conoce a su padre trabaja en la manción de los Santivañez como empleada doméstica, es una chica tierna noble cariñosa pero todo eso cambiará...Se convertirá en...