Capítulo 10

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Hoy era un nuevo día, aquí el amanecer es muy lindo por qué todo es tranquilo cuando desperté Hector ya no estaba supongo que fue a trabajar yo me bañé me arregle por qué quiero ir a montar caballo.

Llegó a la cocina donde están todas las empleadas y la señora María, todas están asiendo algo.

-Buenos días- digo adentrándome a la cocina, todas voltean a verme.

-Buenos días Señora- dice María.

-Maria me puedes servir el desayuno aquí por favor- digo sentándome en la mesa de la cocina.

-Claro que si señora pero no creo que al joven Hector le guste que usted desayuné aquí- dice ella sirviendo el desayuno.

-No importa lo que diga Hector a mí no me importa comer aquí en la cocina y convivir con ustedes somos iguales y quiero que me digan Carlota- dije mirándolas a todas.

-Ok Carlota yo me llamo Linzy- dice una muchacha morena Un poco alta y de ojos marrones.

-Yo me llamo Erika- dice una mujer como de la edad de María, es gordita, bajita.

-Yo me llamo lucrecia- dice una muchacha como de mi edad rubia un poco baja.

Todas se presentaron me dieron una sonrisa, María me sirvió 2 tacos, frita picada café y jugo de naranja.

-Mucho gusto a todas bueno ya saben que me llamo Carlota, tengo 18 años, soy Mexicana, me casé hace poco con Héctor- digo presentándome y comiendo.

-Bueno déjeme decirle Carlota que eres muy bonita- dice Erika.

-Gracias- digo levantándome y caminado hacia afuera.

-Señora Carlota ¿Cómo está?- dice José Antonio viéndome.

-Jose Antonio quiero que me ensilles el caballo de ayer quiero dar un paseo.

-Claro señora ya se lo ensillo- dice el caminado hacia los establos, y yo lo sigo.

Pasaron alrededor de 5 minutos y el sale con la yegua de ayer.

-Aqui está señora, está lista para que salga- dice el.

-Gracias y te voy agradecer que me digas Carlota no soy tan grande- digo soltando una risita- solo tengo 18 años.

-Ok Carlota- dice el pasándome a la yegua.

El me ayudó a subir a la yegua y luego se fue a trabajar.

Doy un paseo largo por donde Hector me llevo ayer y ahí lo veo está en el campo con el que supongo es el capataz de esta hacienda así que me bajo de la yegua y vota hasta donde está el.

-Hola mí amor- digo abrazándolo por atrás.

El se voltea y me ve muy enojado cosa que me confunde.

-Que haces aquí Carlota- dice hablándome molestó y tomándome del brazo muy fuerte.

-Hector solo quería venir a verte salir no pretendes que me quedé siempre encerrada cierto- digo forcejeando con él para que me suelte, pero no lo hace solo me aprieta más.

-No pues no tienes nada que hacer aquí quiero que te largues y quiero que me digas quién te ensillo a la yegua- dice apretando más el agarre.

-Sueltame Héctor no respondo, y fue Jose Antonio, solo quise venir a ayudarte, a verte por qué no estabas cuando desperte- sigo forceando.

Cansa ya de que me este lastimando le doy una fuerte cachetada y corro me monto en la yegua y salgo a todo galope, ignoro los llamados que me hace.

Cuando llegó a la hacienda me bajo de la yegua y subo corriendo a la habitación.

Al rato entra Hector muy furioso cierra la puerta de golpe y la pone con seguro. La verdad me estoy muriendo de miedo.

-Que sea la última vez que tú me pegas y me dejas en ridículo delante de mis empleados- dice caminando de un lado a otro.

-Te advertí que me soltaras y no lo hiciste- digo con calma.

Y sin verlo venir me pegas una cachetada, que hace que me caiga al piso yo suelto un gemido de dolor, me agarra del cabello y me alza para volver a pegarme, me estrella contra la pared y sigue pegándome y yo sigo llorando.

-Eso es para que aprendas a obedecerme- dice dejándome tirada en el piso.

-En tu vida me vuelvas a golpear por qué te juro que no me va a importar lo que me hagas te responderé de la misma forma-

digo levantándome para ir a darme un baño escucho como la puerta se cierra otra vez yo me desvisto para limpiarme toda la sangre tendré que ir a pedir algo para curarme.

Escucho que tocan la puerta y voy a ver quién es cuando abro es María con muchas cosas para curar.

-Ay mi niña por qué Hector te pego- dice ella limpiandome yo solo me quejo.

-Por que lo guía buscar a y bueno tuvimos una discusión y yo le pegue una cachetada pero eso no justifica que me pegue- digo llorando.

Después de un rato María se va, a esa señora le tengo mucho aprecio ella se ha portado bien conmigo.

Llegó la noche y Héctor no ha llegando lo cual no me preocupa.

-Hola pre-ciosa- dice el está muy borracho.

-Hector estás muy borracho duérmete por favor.

-No porque quiero hacerte mia- dice agarrandome fuerte de la cintura.

Empieza a besarme se cuales son sus intenciones y yo no quiero.

-Hector no quiero- digo empujándolo pero el no se mueve.

-Pues yo si quiero y punto- dice dándome una cachetada, y para mí es imposible no llorar.

Me arranca la ropa de manera brusca y yo solo intento quitarlo pero gritos pero al parecer nadie me va a ayudar.

-Hector ya me duele- el solo se separó y me volvió a pegar.

Y si Héctor no solo me pegó, también me violo cuando terminó se quedó dormido la verdad es que yo solo tengo ganas de largarme y no volver más, pero lo amo y si se que suena muy masoquista pero lo quiero, quiero que vuelva ese hombre del cual me enamoré, con el que me casé, y espero no lo haga otra vez por qué si no se va arrepentir, me voy a ir voy a buscar la ayuda de mi papa claro que no le voy a decir nada, pero yo no tengo por qué soportar estás humillaciones no solo de él si no también de Sara y de su hermano.

Después de que el se durmió me bañé me siento sucia, siento repulsión por el.

Mi Dulce VenganzaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora