Noah y Dakota - 15 de Julio

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Te lo estás pasando bien... a ver cuando dura.


- ¡Levanta! Necesito que me ayudes. – Gritó su padre. - ¡Noah!

- ¡Noah! – Entró corriendo la niña a la habitación.

- ¡Sí! ¡Charles ya voy! – Gritó mientras que tanteaba la cama en busca de sus pantalones.

- Papá necesita...

- Ayuda... - Continuó Noah – Voy, voy.

Se puso los pantalones y bajó a la cocina. Su padre estaba sudoroso y lleno de manchas de grasa, bebía una cerveza.

- Sal afuera, necesito que me ayudes con el coche.


Dakota se levantó descansada, encendió su ordenador y pasó las fotos de su cámara a este, las ordenó y las recordó. Se encontró bien por un lado... pero un poco mal por no ir a la fiesta, no es que no le apeteciera estar con Noah, que le apetecía mucho, sino que le daba vergüenza, pereza... era buena idea quedarse en casa, o quizás quedar antes... <<Bah>> Dejaría el eme ese ene conectado, por lo que pudiera pasar.


- Sujeta esto. Así. – Ordenó su padre con voz ronca. Fumando.

Él le hizo caso sin rechistar, el sol le abrasaba la piel y sudaba como un cerdo o en su defecto como su padre. Estaba incómodo por el peso de la pieza y por como la tenía sujeta, pero no rechistó. Miraba al suelo para intentar que no se le quemaran los ojos.

- Bien, suéltala.

Se apartó viendo como la pieza encajaba perfectamente y su padre podía arrancar el coche.

- ¡De puta madre! – Gritó su padre - ¡Nena! Sácanos unas cervezas.

Noah sonrió. Se acercó hacía donde estaba su padre, apoyándose contra el capó. Se percató de que tenía una mancha de grasa en el estómago. Se la limpió con la mano.

- ¿Cómo andas muchacho? – Se interesó su padre, cogiendo una cerveza que había traído su mujer, le dio otra a Noah. Las abrieron.

- Bien.

- ¿Alguna titi?

- Siempre hay alguna titi. – Contestó bebiendo, se quería ir de allí. – Voy a ducharme.

- ¿No te quedas un rato con tu viejo padre?

- Adiós. Si necesitas otra vez ayuda, no dudes en pedírmela. – Dijo él, entrando en su casa dispuesto a ducharse.


Merecía la pena cocinar algo, tenía hambre y su madre no iba a aparecer por casa, últimamente se pasaba muchas horas fuera, y Dakota dudaba que fuera por motivos laborales. Tampoco es que le importara, su madre era una mujer libre, joven... Vio como se calentó el aceite y echó el huevo batido. Le gustaba hacer tortillas porque era lo único que se le daba bien.

Llamaron a la puerta.


- ¡A comer!

Noah hizo caso y se sentó en la mesa con sus padres y su hermana. Hacía tiempo que no se sentaba en la misma mesa que su padre, ese día no le iba a gustar la comida.

- Esta noche...

- Noah...- Dijo su madre, acompañando las palabras con una mirada de esas que dicen: nosigasnosigas.

- Esta noche no voy a estar en casa. Es para que lo sepáis.

- ¿Y si no quiero?

- No te estaba preguntando Charles... - Dijo Noah, que jugaba con la comida.

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