Noah y Dakota 25-26 de Junio

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Chris, sentado sobre su moto estaba en la puerta de entrada al jardín de Noah, esperando a que este saliera. Tocó el pito de su moto.

- Me cago en dios Noah Turner ¡Vamos!

- ¡Voy!

Noah salió y corriendo se montó en la moto con Chris, éste la arrancó y le metió puño, la moto reaccionó acelerando y haciendo ruido. Ya estaban listos, Noah llevaba en cada mano una litrona con alcohol, tenía que guardar el equilibrio sobre la moto, mientras que Chris conducía haciendo eses.

- ¡Vergüenza os debería dar! - Gritó una anciana que estaba metiéndose a su casa.

- Usted a callar señora si no quiere que la violemos. - Le contestó Chris sacándole la legua muy sensual... Noah hacía gemidos exagerados, riéndose.

Al rato la playa apareció ante sus ojos, desde donde estaban se podía ver el fuego que habían encendido sus amigos, a poco metros, había luces y música, era la fiesta de graduación de Dakota, en la que ella estaba intentando pasárselo bien.

Cuando Chris y Noah llegaron vieron a sus amigos, unos bañándose, otros saltando la hoguera, otros bebiendo... y un largo etc.

- ¡Nenes! ¡Traemos cosa sana para mentes sanas! - Dijo dándole un gran trago a la litrona que llevaba Noah en la mano.

Todos empezaron a gritar y hacer incluso más el loco.

- A saltar la hoguera, aquí nadie prueba de esto sin saltarla. - Una chica morena con una melena larguísima se dirigió a Chris y Noah, en la mano llevaba dos pastillas sonrientes, éxtasis.

Chris empezó a reírse y corrió hacia la hoguera y la saltó, nunca paraba de reír.

- Noah, tu si quieres, puedes cogerla de mi boca. - La muchacha se iba acercando a él poniéndose la pastillita en la boca.

- Tú mandas.

Se dieron un beso y se pasaron la droga, lentamente.

- No has cambiado nada Alice. - Cuando se separaron la miró a los ojos, ella era dos años mayor que él, pero quizás con la mentalidad de catorce años.

- ¿Eso es un piropo?

- Supongo.

- Lo llevas todavía en la boca.

- Es para poder devolvértelo, paso de las duras esta noche Alice.

Volvieron a juntar sus labios, se besaban lento, a su alrededor la fiesta continuaba.


A unos 50 metros de allí, Dakota estaba bailando con Emily, que bailaba como si fuera la reina de la fiesta, estaba muy sexy, eclipsaba. Dakota reía y poco más, se dejaba llevar. De pronto una mano rodeó su cadera, Emily le guiñó un ojo y se dio la vuelta, ella se quedó paralizada.

- Estás preciosa. - Dijo John, apestaba a alcohol.

La sacó de toda la multitud que estaba bailando.

- ¿Quieres beber algo?

- ¿Agua?

- ¡Dakota! – John se estaba riendo. – No... no hay – Dijo conteniéndose las ganas de reír.

- Bueno... pues como yo no entiendo de esto... tú me dirás.

- Esto está bueno.

- Bien.

La chica no sabía a dónde mirar, John estaba muy cerca y le daba vergüenza. Para romper el iceberg que los separaba dijo él:

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