capitulo 30

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Yoongi comenzaba a preocupar se, Jimin no le respondía las llamadas ni mensajes, incluso pregunto en su colegio, pero ninguno de los niños ricos le contestaron donde estaba. Eran aproximadamente las 7 pm cuando Jimin por fin le respondía, pero le parecía extraño su mensaje. Pues lo cito en un parque. No perdió más tiempo y fue hacia allá. Y allí lo encontró, sentado en los columpios. Algo pensativo.

-Cariño, me tenías preocupado!- se quejo preocupado.-

- Pensé que me amabas Yoon- detuvo sus quejas, comenzando a sollozar, recordando cómo fue que había conocido a Jeon.- crees que soy estúpido ? Bueno, te prometo que ya no estoy molesto contigo, Porque dejarme fue lo mejor que pudiste hacer, porque si te quedarás, nunca me hubiese reconocido. Las mentiras que me dijiste provocaron un incendio. Un incendio que prendió fuego a los árboles, a los árboles que durante mucho tiempo sirvieron como mi protección.

-no... No te entiendo -Yoongi era una persona muy fuerte, pero las palabras del menor le estaban destrozando-

-Dejame terminar - sollozo el menor- así que gracias, por hacer lo que yo nunca pude hacer. Resulta que lo último que necesitaba... -se atrevió a mirar al mayor a los ojos- era a ti, te agradezco por decir que no era suficiente, resulta que tus crueles palabras me ayudaron a construir un poco de amor propio para mí, las lágrimas que llore a tu lado formaron un océano solitario, un océano cruel que me enseñó a nadar, contra la corriente de tus mentiras, cuando decías que yo no era suficiente. Y resulta que cuando nadie está ahí para salvarte, para salvarte de tu dolor. Aprendes que depende de ti, crecer con cada ola que te golpea y salir a flote, pero... Mis olas me llevaron hacia una persona que me ama, hacia una persona para la que soy suficiente. No me juzga, tampoco me hiere, estoy a salvó de nuevo. No estoy molesto, te lo prometo. Deseo que seas feliz el resto de tu vida

Yoongi tenía el alma rota, Era más que claro que Jimin había recuperado la memoria, había recordado cuanto lo hirió. Y aún así quería que se quedara con el.

Jimin, he cambiado, te lo juro - lo tomo de las manos arrodillándose- te lo prometo cambiaré

Dónde estabas anoche? -cuestiono, pues el bien ya sabía la respuesta de dónde se encontraba-

Y-yo estaba... Estaba en, en el traba-jo -se atrevió a mentir descaradamente. Jimin negó y exhaló-

Zico -Yoongi abrió los ojos como platos, boquiabierto. Avergonzado de que haya descubierto su desliz- lo sabía desde hace semanas... El te llamo cuando estabas en la ducha y me lo dijo todo. Me confesó que habían estado saliendo desde aquella fiesta, que disfrutabas hundirte en el. Y sabes algo ? Yo disfruto fundirme en el calor reconfortante de Kookie, por qué el me ama. Me ama... El llena mi pecho de una forma que no entiendo

Jimin... No me dejes, otra vez no -sollozaba como un pequeño niño, a quien le habían arrebatado su juguete favorito. Porque muy dentro de el eso era Jimin para el, un juguete, al que trataba cruelmente-

Ya no puedo estar contigo Min, ya no te amo, mi corazón solo tiene un nombre y apellido y es Jeon Jungk... -el escozor en su mejilla lo hizo callar, mirando atónito a Min, llevando la mano a su mejilla. Ardía maldición, dolia- tu t-tu... Acabas de

Y-yo lo siento no quería hacerlo, solo se me escapó, estaba molesto yo... Lo siento - Min lo abrazo con fuerza casi asfixiando lo, intentando desesperadamente forzar un beso- por favor amor, besame - mordía los labios del menor haciendo lo jadear de dolor puro-

Y-ya basta suéltame - dijo aterrado, esperaba lo pero, no podía alejarlo-

Para mala suerte de Min, Jungkook había convencido a Jimin de ser el mismo quien lo llevará al parque, aguardaba en la oscuridad de un árbol. Hasta que Min lo golpeó, su rabia creció más cuando veía que lo estaba forzando, corrió abalanzado hacia Min. Golpeándolo en el rostro, una pelea reñida. El menor de los tres jadeando horrorizado por los puntos abiertos de jeon, la sangre corría. Detuvo a duras penas a Jeon, subiendo lo al auto y conduciendo a como podía, claramente conducía como un temerario, jeon histérico aferrándose con uñas y dedos al asiento de cuero, por la tan pésima conducción del menor. Llegando al hospital siendo regañado y suturado de nuevo.

Jamás, jamás volverás a conducir -dijo aterrorizado-

Ni conduzco tan mal -se encogió de hombros inocentemente- además eres más importante -beso los labios delgados del mayor con cuidado de no lastimarlo-

Continuará......♥️

Me pertenecesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora