Me perteneces

capitulo 27

Jungkook, debes comer algo. Por favor cariño -la pobre madre ya no sabía que hacer, su único hijo se había aislado en su habitación, mirando fotografías de Jimin, perdido en alcohol y cigarrillos, el olor era tan penetrante que la pobre mujer casi se ahogaba con el humo.- déjame cortarte el cabello, si?  Vamos a qué tomes un baño - intento moverlo, era claro que no podía con la atrocidad de peso de su propio hijo -desesperada por la frustración se puso en cuclillas llorando, desesperada por el dolor que el corazón de su hijo albergaba- qué hago? Dime qué hacer hijo, te lo imploro...

-Jeon se giró a ver el rostro de su madre, soltando una risita nasal sarcástica, no hacia su madre, si no hacia lo único que había deseado- a el... Lo quiero a él madre- sollozo una vez más, recuerdos dolorosos inundaban cada parte de su ser. Cómo la primera vez que beso a Park, en esa absurda fiesta, como cuando le dijo que lo amaba... Más y más venían a su mente, tanto era el pesar que se refugió en botellas de vodka. Dió el último sorbo que le quedaba a la última botella, miro a su madre. - ya no hay... Podrías comprar más?-

No lo haré... Vamos toma un baño y sal a caminar un rato - la madre insistió tanto que jeon finalmente se levantó, decidió al menos en complacer un poco a la persona que aún le quedaba.- vamos, a tomar un baño. Quieres que te corte el cabello?

No... No quiero -Jeon solo entro a la ducha, nuevos recuerdos lo golpearon, haciéndolo sollozar en silencio. Se ducho lo más rápido que pudo y se vistió, mirándose en el espejo. No era el mismo, se veía cansado, delgado, mal, terrible. Se colocó un conjunto totalmente negro. Salió pero su madre ya se había ido. Suspiro tomando el pomo de la puerta del departamento, la giró dejando que la fría ventisca lo golpease, nada era como antes.

Jungkook camino por entre la gente, como un muerto en vida, pálido, encorvado, triste. Jungkook había cambiado desde ese día, es como si toda la vida se le fuese... Literalmente su vida se le había ido, Jimin era su único deseo de vivir. Jeon no podía sentirse más miserable, más odiado por está vida, pero estaba equivocado, si que podía sentirse más miserable de lo que ya era. La misma cafetería, el mismo lugar en que ellos se sentaban, su platillo especial... Pero no era el quien reía a su lado, si no un chico rubio, Min Yoongi, la persona quien robó su vida. Jeon dejo correr sus lágrimas, al mismo tiempo que sus piernas avanzaban empujando a cada persona que se cruzaba en su camino. Llegando hasta un lugar desolado, dónde no había ni un alma en pena, excepto la suya. Grito con rabia, grito con dolor, esa escena le había echo añicos su triste corazón.

Porque!? Porque?! -jeon se dejó caer al suelo gritando, lleno de tanto dolor, maldiciendo su misma existencia-

Pero... Había un insignificante error... No estaba del todo solo. 3 hombres salieron de su escondite, sin saber realmente de dónde habían salido exactamente. Sujetando a Jeon con fuerza, dándole una paliza al negarse a entregar sus pertenencias, dejándolo tirado en el suelo, tal vez dándolo por muerto, jeon sangraba, sintiéndose miserable. Con la loca fuerza se puso en pie, viendo a su alrededor, no había nadie. Camino lejos de ese lugar, camino y camino, hasta quedar frente a ese ventanal, de aquella cafetería de nuevo. Jimin estaba fuera, esperando a Min. Jeon sonrió, quizá podía saludarlo.

Jimin - llamo al instante que camino lentamente hacia el, el castaño no pudo escucharlo del todo. Jeon intento avanzar, pero un dolor en el costado izquierdo lo obligó a caer. Uno de los asaltantes no lo dejaría ir con vida, claro estaba-

Muerte y ya -dijo el hombre, antes de clavar la navaja más profundo y salir huyendo.-

Jimin~ -Jeon cayó al suelo, causando gritos horrorizados de la gente, todos gritaban, obteniendo la curiosidad del menor.-

Jimin al voltear se congelo, no sabiendo el porque sus pies lo dirigieron hasta aquel chico, colocando su cabeza en sus piernas. Llorando por alguna extraña razón. Por unos minutos Jimin lo reconoció, tomos su manos con fuerza

No me dejes Kookie, no te vayas -sollozo besando su mano, apretando su costado izquierdo. La ambulancia llegó, llevandoselo, dejando al pobre chico tirado en la acera, intentando mantener al azabache con vida. Yoongi lo abrazo con fuerza impidiéndole que viera hacia el pavimento. Dónde jeon casi se había desangrado.-

Shhhh~ no pasa nada, todo está bien bebé - Yoongi junto sus frentes, tranquilizandolo con cariño, incluso si era egoísta, no dejaría ir a Jimin-

El corazón del menor estaba inquieto, estrujandose con fuerza, intentando recordar, a ese azabache que estaba a la distancia en su memoria, ese chico que aparecía en sus sueños, no podía recordarlo, solo tenía ese nombre en la punta de la lengua, sin lograr pronunciar lo. Quizá solo era un sueño, quizá eran sus recuerdos. Simplemente no podía recordarlo, y reglamente lamentaba el no poder recordar lo. Parecía una buena persona, aunque estaba muy cambiado a como lo vio la última vez, parecía otra persona.

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Vamos! Quédate conmigo! Muchacho respira! -el paramédico le hablaba al azabache, pero este simplemente se negaba a mantener sus ojos abiertos- vamos!

Era como si estuviese en una especie de trance, acaso moriría sin ser recordado por la persona que amaba? Así de sentiría morir?. Podría tal vez caminar hacia la luz ? Porque debería quedarse, Jimin ni siquiera lo recordaba, que fin tenía seguir viviendo. Jeon cerró su ojos cansado.

Vamos! Eres muy joven hijo, aún tiene una vida por delante. - el paramédico hacia RCP en su pecho, intentando que los signos se estabilizarán-

Sus signos... Son muy débiles - menciono la joven paramédico- no creo que lo logré señor.