Apolo

150 6 0
                                    

(Antes que nada, les agrego la camisa de Charlotte. Es de hombre en realidad. Se que me gustaría que se la imaginen ustedes, pero es que la camisa de la cual me inspire me encanta y es muy genial.)

----------------------------------------------------------

–Papá, mamá esta noche es muy importante para mí. Esta noche conocerán a Charlotte y mamá, por favor se buena. Ella es mi novia ahora.

Ambos padres asintieron. Aunque la madre de Apolo no estaba muy contenta con conocerla, le alegraba el hecho de que su hijo sea feliz y dejara los libros un poco de lado.

Los Evans fueron hasta el living para esperar a Charlotte.

Un golpeteo en la puerta los alertó de su llegada.

Apolo salió disparado a abrirle.

Charlotte estaba en su puerta con un pantalón largo de color blanco y una camisa suelta beige con flores rojas.

–Hola Apolo. –Lo saludo la joven. –¿Cómo estás?

–Bien, bien, ¿tú?

–Mejor, ahora que te veo.

Apolo sonrió.

–Ven, pasa. Te quiero presentar a mis padres.

Apolo guió a Charlotte hasta el living. Sus padres estaban ansioso.

–Mamá, papá, ella es Charlotte.

–Hola Charlotte, un placer conocerte. –Dijo el padre. –Me llamo Henry. Mi esposa Jasminne.

Ambos le estrecharon la mano a la joven. Apolo estaba feliz.

–¿Quieren pasar a la cocina?, cenaremos ahí. –Dijo la madre.

Apolo le tomó la mano a Charlotte y la guió hasta la cocina.

La ayudó a sentarse y luego se sentó al lado de ella.

–Bueno, Charlotte. Mi hijo me ha dicho que no te gusta mucho la carne, pero esto seguro te encantará. –Dijo Jasminne mientras le servía un pedazo de carne en el plato a Charlotte. –Es costilla sin hueso con especias. Aquí hay puré de papas si quieres acompañarla con algo.

–Gracias señora Evans.

–Dime Charlotte… ¿Qué te gusta hacer en tus tiempos libres? –Le preguntó el padre.

–No mucho, salgo con mis amigas y a veces leo.

–¿Tu también lees? –Preguntó la madre.

–Sí, es más, hasta el año pasado tenía el mejor promedio.

–¿Por qué hasta el año pasado?

–Porque este año deje de ser tan aplicada. Aunque no funcionó demasiado. La escuela nunca se me complicó.

–¿Tu eres hermana de los Roberts? –Preguntó el padre.

–Así es, señor. Mis hermanos tuvieron el mejor promedio 4 años seguidos. Siempre fuimos aplicados en la escuela.

–¿Siguen estudiando?

–Sí. El mayor de mis hermanos está terminando de estudiar un doctorado en psicología. El otro está a la mitad de la carrera de artista plástico.

–¿Artista? –Preguntó la madre. –Qué lindo.

–Charlotte, dime algo, ¿seguirás los pasos de tus padres en la carrera de doctores o no? –Preguntó el padre.

–Por supuesto que no. Quiero ser diseñadora.

–Apolo nos comentó algo de eso. –Dijo la madre. – ¿En qué te inspiras?

–Pues… Siempre me gustó hacer sentir bien a la gente. Así que quería usar eso para diseñar. Crear cosas con las que la gente se sienta cómoda con ellas. La ropa que suelo usar, la he creado yo. Esta camisa, por ejemplo. –Dijo señalándola. –La hice yo.

–Es muy linda Charlotte.

–Gracias señora Evans. Está deliciosa la cena.

–No hay de qué. ¿Te gusta cocinar?

–Soy alérgica a un par de especias. Azafrán, Canela. Sé que la canela no es una especia, pero también me da alergia. Además no como mucha carne, así que no puedo cocinar muchas cosas, pero si pudiera, lo haría con gusto.

Siguieron charlando un rato largo, hasta que la cena terminó.

Era tarde, y Charlotte debía irse. Pero Apolo no quería.

Ni siquiera podía invitarla a su casa, porque sus padres estarían allí y sería incómodo.

–Fue lindo conocer a tus padres. –Le dijo Charlotte. Y lo besó. Estaban afuera de la casa de Apolo y las estrellas brillaban más que nunca.

–Me encantaría estar más tiempo contigo. Hasta te invitaría a dormir, pero están mis padres y dudo que les agrade la idea.

–Oye, mañana es sábado, vamos al Prado, ¿quieres? No a la parte privada. La parte pública es mejor.

–Me parece bien. Iré a decirle a mis padres.

Charlotte lo detuvo.

–Si un padre se entera del Prado, estamos jodidos… Nadie sabe sobre El Prado, Apolo. Dile que iremos a dar vueltas. No menciones una palabra del Prado.

–¿Por qué no?

–¿A dónde irán primero a ver cuando no encuentren a su hijo o hija? El Prado es el escondite de la ciudad, ahí te drogas, bebes, follas, vendes o compras droga en los lugares más apartados de lo que es El Prado en sí. Como te dije, es de la alta sociedad. Y los padres de la alta sociedad no deben ir. Nadie excepto jóvenes deben ir.

–Está bien. Ya vengo.

Apolo se dio la vuelta y fue a despedirse de sus padres.

–Oigan, ya vengo. Iré a dar vueltas con Charlotte.

–Ten cuidado jovencito. –Le dijo el padre. –Antes de las 3:00 a.m. te quiero aquí.

–No me tardo. –Dijo con una sonrisa.

Despertando con un extraño.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora