♡ San Valentín es un día especial en el que todas las personas pueden confesar su amor a los seres que les gusta y cada pareja puede celebrar. En Corea del Sur, es costumbre que las mujeres regalen chocolates a los hombres, pero los chicos que están...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Después de varios días sin hablarse, Minho y Jisung se habían distanciado tanto que incluso dejaron de reunirse para estudiar. La presión de los exámenes finales provocó que Jisung se enfermara debido al estrés y supuso que tuvo un bajo rendimiento, lo que lo dejó preocupado por perder su beca y decepcionar a su madre. Además, a pesar de la tensión entre ellos, no quería alejarse de Minho.
El cielo se oscurecía cada vez más, y el momento de que los estudiantes se fueran a casa o a la residencia había llegado. Jisung intentaba caminar normalmente, pero estaba tan mareado que no podía hacerlo. Minho, quien pasaba por allí, se dio cuenta de lo que estaba sucediendo y se acercó a su novio para ayudarlo.
—Sunggie, ¿estás bien? —El recién nombrado lo miró y agarró uno de sus brazos para apoyarse mientras vomitaba en su camisa.
El mayor se sorprendió y reaccionó algo asqueado, pero no se alejó porque sabía que no la estaba pasando bien. Después de que Jisung terminó de vomitar, lo abrazó a pesar de estar sucio y notó que el contrario comenzó a llorar. Estaba muy deprimido y enfermo.
—Amor... —Acarició suavemente su cabello e hizo que lo mirara—. Vamos a tu habitación, yo te cuidaré, ¿de acuerdo?
Jisung asintió con la cabeza y, como dijo Minho, fueron al lugar indicado. Ya ahí, lo ayudó a acostarse en la cama, le llevó un vaso de agua y lo cubrió con las suaves mantas, viendo cómo cerraba los ojos. Luego, se quitó la camisa sucia y se puso una de su novio antes de acercarse a él.
—¿Estás enojado conmigo? —preguntó Jisung. Se sentía muy incómodo.
—No, cariño, no lo estoy —Sonrió—. Lamento haber sido tan cruel la última vez, estaba demasiado frustrado, por eso fui así, pero no debí.
El menor se sintió aliviado al escuchar eso y suspiró antes de abrir los ojos. A pesar de que todavía se sentía enfermo y cansado, empezó a sentirse más cómodo al saber que no estaba enojado con él. Minho se sentó en la orilla de la cama y acarició suavemente su cabello y su mejilla.
—Creo que los resultados de los exámenes fueron muy malos —dijo Jisung. Tomó una de las manos del contrario y empezó a jugar con ella, entrelazando sus dedos y dejando de hacerlo—. No puedo hacer nada bien, Min, lo siento...
El recién nombrado lo abrazó y le acarició la espalda. Sabía lo mal que podía llegar a sentirse su novio por estas cosas, sabía que le frustraba no comprender lo que estudiaba y que podía llegar a llorar sin importar quién lo mirara.
—Las pruebas solo tratan de recordar mil cosas que no sirven para nada, así que no te estreses demasiado, ¿de acuerdo, amor? —Trató de limpiarle las lágrimas con los pulgares y luego suspiró, necesitaba cambiar de tema rápidamente para que no se sintiera peor por sus notas—. Mmm, mis padres no me permiten verte ni hablar contigo, están demasiado enojados. Si se dan cuenta de que no me voy a casa pronto, entonces me castigarán.
