Arrival

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—Vamos bebé. Es hora de levantarse —dijo Jaebeom, dándole un pequeño empujoncito a Yeji, quien todavía estaba dormida en su nueva cama.

Tenían apenas dos semanas de haberse mudado a ese nuevo vecindario, para variar, por el trabajo de su padre.

Aunque ella tenía escasos seis años de edad, sabía lo ocupado que era ser Lim Jaebeom: uno de los cinco directores de una empresa privada para realizar comerciales, siendo padre soltero al mismo tiempo.

Pero, estaba bien, ella no sentía que hubiera deficiencias en su cuidado o en el tiempo de calidad que pasaban; pero ¡caracoles, ya se habían mudado tres veces este año! Comenzaba a molestarle hacer amigos y tener que irse a los tres meses.

Estiró los brazos y miró con cara de berrinche a su padre.

—Dijiste que sería la última mudanza —sacó el tema con un puchero en los labios.

—Oh, lo siento —se disculpó Jaebeom. —De verdad que será la última

—¡Ya lo creo! Extraño a mis amigos

—Bueno, todavía puedes hablar con ellos por videollamadas

—Pero, podría ir a visitarlos si no estuviéramos tan lejos

Jaebeom, a pesar de tener orígenes coreanos, vivió gran parte de su vida en Japón, sin embargo, con los recientes cambios en la empresa y la supervisión de cada uno de los directores en un sector determinado, tuvo, por unanimidad de votos, el puesto en Corea.

Pero eso era un verdadero cambio para la pequeña Yeji, quien apenas había llegado se sintió apenada por tener un acento peculiar. Para su suerte, su niñera Rina, aceptó ir con ellos.

—Vamos Yeji, llegarás tarde a tú primer día de escuela si no nos apresuramos

La pequeña se levantó a regañadientes, pero después de tomar una malteada de chocolate, en el desayuno, ya estaba feliz.

—Rina, Yeji sale a la una de la tarde. Yo llegaré alrededor de las cinco. Si hay algún problema, llámame

La nana asintió, mirando cómo Jaebeom le abrochaba el cinturón de seguridad a su hija, en el asiento trasero del auto.

La madre de Yeji había fallecido hace tres años y, a pesar de que eso supuso un cambio drástico a la vida de toda la familia, debía admitir que Jaebeom hacía un magnífico trabajo como padre. Pero, tarde o temprano Yeji necesitaría el amor de otro elemento parental.

Llegando a la escuela, el pelinegro fue el blanco de muchas miradas de distintas mujeres llevando a sus hijos a la escuela, quienes no repararon en ser discretas al decir frases como:

"mira, es el padre de la niña nueva"; "que sexy es"; "dicen que está soltero"; "su acento es tan lindo".

Frases que, por supuesto, Jaebeom no escuchó.

Sin hacer más intervenciones, despidió a Yeji, dirigiéndose a su oficina.



🔸🔶️🔸️



El primer día en el trabajo fue regular. Jaebeom no hizo mucha interacción como debía. Las caras nuevas le causaban desconfianza en muchos sentidos, pero supuso que sería cuestión de tiempo encontrar alguna amistad que lo hiciera sentir más cómodo.

Recordaba a la madre de Yeji de vez en cuando, y hubiera querido tener citas para hallar alguna... ¿Sustituta? No.

La madre de Yeji siempre sería irremplazable, pero no era ciego a la realidad: se sentía solo, aún con su hija.

This Children [Bnior/JJP]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora