Eliot 1

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Jade

No entiendo porqué estoy aquí. Si, cierto.

Tengo que estar con Ireland. Tengo que celebrar con ella su compromiso y matrimonio con Gregori porque soy su amiga ¿Cierto?

Miro a los lados, en silencio. No quiero que nadie me saque conversación, ni siquiera quiero estar aquí.

Un barco había sido dispuesto especialmente para Ireland y Gregori, y toda su familia. Que ya de por sí es demasiada.

Busco a Chiara con la mirada pero ella ya está toda entusiasmada con sus nuevas amiguitas.

Tengo que fruncir el ceño, no quiero estar aquí.

Ni siquiera porque es el compromiso de Ireland.

Me escabullo pero la madre de Gregori anuncia el almuerzo y tengo que gruñir.

— ¿Jade, vamos a la mesa? — La voz del hombre más insoportable del mundo me acaricia la piel, aprieto la mandíbula de sólo pensar en él cerca de mí.
— Sí — Murmuro, mirando a Eliot. Sé que me salvó la vida y le debo un buen trato y un agradecimiento. Pero no lo soporto. Todas las chicas dicen que es precioso, pero para mí... no lo es. No significa nada.

En el secuestro él me tomó, me abrazó y me dijo que me amaba y fue una puta locura porque yo no a él, no había compartido absolutamente nada con él para que me amara.

Así que, todo éste proceso de enamoramiento que el quería hacer conmigo no iba a funcionar. 

Me siento en la silla de hierro, entre Eliot y Gabe. Tal parece que nos han colocado como si fuésemos pareja.

Miro a Gabe.

— ¿Qué tal? — Me dice. Yo medio sonrío — ¿Te sientes bien?
— Sí, todo está muy lindo. 
— ¿La habitación es cómoda?
— Si, gracias — susurro, él asiente con una sonrisa.

Todos los Gray son hermosos, y los Hodgson. Pero Eliot... Eliot me provocaba arcadas.

Por el simple hecho de tener que corresponderle, por compasión, por agradecimiento. Casi lo asesinan por mí.

Pero... no quería estar con él. No lo amaba.

En cuanto es hora de cenar, ya yo estoy más que vestida. Ireland pasa por mi habitación.

— Jade, quizá debamos hablar — Dice ella, entrando. Yo asiento. 
— Si, claro. Dime. 
— Creo que Eliot va a pedirte matrimonio ésta noche. 
— ¿Y qué quieres que haga? — Murmuro, incómoda. 
— ¿Vas a decirle que no?
— No lo sé, Ireland. Justo ahora creo que ni siquiera quiero comer. Es tu boda, no voy a robarle el protagonismo. 
— Jade ¿Quieres casarte con Eliot o no? Ése pobre hombre se ha pasado éstos días aquí como un paranoico con el anillo en el bolsillo. Esta mañana se metió en nuestra habitación y le dijo a Gregori que lo haría hoy en la noche. O sea ahora, en éste momento. 
— ¿No puedo romperle el corazón o qué? Es un mujeriego, por Dios. Va a serme infiel en menos de una semana. 
— Mira, yo sé que los chicos solteros son una mierda. Pero Gregori me es fiel, Jade. Y Gabe es fiel a Phoebe al cien. Al igual que todos los chicos aquí.
— Eso no significa que Eliot va a ser lo mismo. Yo solo soy un reto. Porque soy virgen, porque según él soy débil y necesito cuidado. 
— Pues te salvó la vida, es lo único que voy a recordarte. 
— ¿Y qué, me toca casarme con un hombre que no amo y ser infeliz el resto de mí vida?
— Con Eliot jamás serás infeliz — Ríe y niega con la cabeza — Y él va a esperar a que estés preparada para tener sexo, y no te será infiel durante ese tiempo, ni después. Ni nunca. 
— No sé ni qué decirte — Digo por fin. 
— No le hagas daño.

Ríndete -SAGA HEREDEROS 4- BORRADORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora