Amy's point of view:
Me desperté oyendo el zumbido de la alarma del móvil, en serio, cualquier día lo tiraría contra la pared...Me levanté de la cama y me estiré. Entre el viaje a Cuenca de ayer en bus, subir en el coche por la montaña (todavía no sé como no eché la papilla con tantas curvas) y que mi suegra me cebó a comida en la barbacoa, no tenía ganas de levantarme, pero debía hacerlo, ya que había quedado con Mila, la hermana de Leo, para desayunar. Así que arreglé mi habitación, me vestí y me puse una sudadera, ya que aunque estábamos en agosto, por la mañana en la montaña hacía un poco de rasca. Cuando ya estaba lista, me dispuse a subir a la casa de la familia de mi novio.
No era la primera vez que venía a la Toba, ya que hace un año vine a pasar el día para ver a Leo, pero si era la primera vez que iba a pasar aquí un par de días. La verdad es que era una suerte que este recinto fuera privado, ya que solo podían entrar los trabajadores de la compañía, y eso hacia que esto fuera mucho más privado. Me encantaba esto de que estuviéramos en medio de la montaña, y que sólo algunos pudiéramos coger cobertura en según que sitios. Pero lo más genial de todo, era que mi habitación fuera en la planta baja, con cama de matrimonio, baño propio y lo más genial de todo, que estuviera al lado del comedor...
Iba pensando en todo esto mientras iba hacia mi destino, y cuando llegué me recibió la madre de Leo, Nina.
NINA: Buenos días Amy, ¿qué tal has dormido?
YO: Genial, sobre todo con la cama tan grande para mi sola. ¿Ya se ha despertado Mila?
NINA: Que va, está durmiendo igual que Leo, entra si quieres y despiértale si quieres con cuidado de no despertar a Mila.
Entré a la habitación y me encontré con los dos hermanos durmiendo como marmotas y babeando la almohada, la verdad es que no sé de qué me extraño ya que conociéndoles... Me acerqué a Leo y le desperté suavemente.
LEO: Mmmmm... déjame dormir un poco más...
YO: Vale, me voy a desayunar con tus padres, pero después no vengas buscando mimos que te los va a dar Carlitos.
LEO: Joe vale, ahora salgo.
Salí de la habitación mientras me reía internamente, había conseguido que se levantara antes de las diez, y eso era un logro.Me lo había pasado tan bien hoy, que me sorprendió la rapidez con la que había llegado la noche. Estaba con Leo yendo hacia la discoteca del recinto, mientras el me contaba cosas sobre Carlitos. Era buen chaval por lo visto, solo que un poco pesado, y todo el mundo tenia la coña de que era gay. Yo solo lo he visto una vez en mi vida y fue el año pasado. Se presentó e intentó tirarme un par de pullitas, pero salió digamos...escaldado. Desde entonces, no hay día que quedemos con los amigos de la Toba que no se recuerde en aquel momento.
Entramos a la discoteca, y me sorprendí lo pequeña que era: dos habitaciones del tamaño de un salón cada una, los baños y la barra para pedir las copas.
Cuando ya llevábamos allí un rato, Leo se acercó a mi oído y me susurró:
LEO: Ven, hay una cosa que quiero enseñarte.
Llena de curiosidad fui tras él, y de la mano me condujo hasta el aparcamiento.
YO: No me digas que vamos a hacerlo en el coche. ¡¡¡Weee se va a cumplir mi fantasía!!!
LEO: Amy no es eso, a veces creo que tienes el cerebro de un tío cuando sueltas cosas así.
YO: Es que el día de reparto solo quedaba la mitad de chico y la otra de chica, por eso tu hermana tiene medio cerebro de chico y Carlitos de chica.
ESTÁS LEYENDO
Vidas cruzadas (Alvaro Auryn) (Editando)
RomanceRuth, es una chica de diecisiete años que tiene cinco ídolos, pero ella está enamorada de uno, Álvaro. Vive en un pequeño barrio de Madrid. Él es un cantante de veinticinco años, es alto, guapo, ojos verdes, moreno, sonrisa deslumbrante con barba de...