5.Película.

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Narra Ruth.

¿He oído bien?, ¿me acaba de invitar a su casa a ver una película?-pensé mientras lo asimilaba.

-Vale.

-Paco, cobrame-dijo Álvaro.

-Eh no, cobrame a mí, hazme caso.

-Dí que no, cobrame a mí, que pierdes un cliente, eh, tu verás.

-Bueno, no te preocupes que me ganas a mí como clienta.

-Lo siento Ruth-dijo Paco sonriendo.

-Así me gusta-dijo dándole el billete.

Odiaba que me pagaran las cosas, miré a Álvaro con cara de odio y él, al verme, se rió mientras cogía el cambio.

-Bueno Álvaro, a ver cuando te veo otra vez.

-Cuando tenga un hueco libre, me paso a que me invites a comer, que me lo debes, aún me acuerdo.

-Cuando quieras. Bueno, encantado, Ruth.

-Igualmente.

-Por lo menos me dejarás que te invite a un cigarro-dije sacando de mi bolso la máquina-, ¿no?

-Venga vale.

-Tome usted.

-Gracias, madre mía, sale perfecto, eh.

Álvaro entró en el coche fumando y al verle, hice lo mismo. Me puse el cinturón y mientras tanto, Álvaro, arrancaba el coche. En cinco minutos llegamos a su casa, era un bloque de pisos muy bonito, metió el coche en el garaje, y subimos en ascensor, vivía en un cuarto piso. Abrió la puerta y me invitó a pasar.

-Adelante-dijo invitándome a pasar.

Me llevó al salón a través de un pequeño pasillo, estaba muy bien decorado, seguro que su madre le habrá ayudado a decorar la casa.

-Es bonita la casa.

-Gracias, me ayudó mi madre a decorarla.

-Que guay, a mi me encantaría vivir sola, la verdad-dije echando una visual al salón, acabando en sus ojos.

-No te creas que es muy divertido vivir sólo, eh.

-Hombre, no se como es la sensación, pero prefiero ver lo positivo, como por ejemplo, dormir hasta la hora que te dé la gana un domingo.

-Yo creo que eso es lo único bueno, porque pagar hipoteca, hacer la compra, y muchas más cosas, pero la verdad, es que luego te acostumbras y estás al tanto de si te falta algo, te preocupas de la limpieza de la casa...No se, cosas que cuando vives con tu madre, no lo aprecias, pero luego...-dijo sonriendo-, bueno, siéntate en el sofá mientras yo voy haciendo las palomitas y todo eso.

-Vale.

Me senté en el sofá y me sentí incómoda, ya que quiso preparar el solo todo y yo estaba ahí sentado, para que me lo haga él todo, así que me levanté y fui hacia la cocina para ver si podía ayudarle en algo.

-¿Necesitas ayuda?

-Toma, lleva esto a la mesa y quédate sentada allí que ahora voy yo-dijo dándome la bebida.

-Vale.

Cuando llegué a la mesa, vi que estaba el móvil de Álvaro vibrando.

-Te están llamando-dije yendo a la cocina.

-Traemelo por favor.

-Aquí tienes.

-Gracias, Ruth. ¿Si?...

Vidas cruzadas (Alvaro Auryn) (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora