9.Barcelona

826 44 2
                                    

Narra Ruth.

Pasó un mes, desde que Álvaro se declaró. Era feliz, lo único malo, era que los chicos, se tenían que ir a Barcelona, ya que tenían una firma de discos. Pero también, lo bueno de ese mes junto a él, es que perdí toda la vergüenza que tenía con los demás y cada vez, hablaba más con ellos.

-Te echaré de menos este fin de semana, enana, encima cumplimos un mes el domingo-dijo Álvaro por whatshapp.

-Y yo a ti mi niño, bueno, no te preocupes, cuando vuelvas lo celebramos los dos juntos-respondí.

-Oye, ¿y por qué no te vienes con nosotros?

-Ojalá pudiera, pero ya conoces a mi madre.

-¿Y si la convenzo?

-Estaría muy bien, pero piénsalo, su hija con cinco tíos en una habitación, mala combinación.

-Cierto, pero habrá que intentarlo, ¿no?

-Mira que eres cabezota eh.

-Ni te imaginas cuanto. Esta tarde iré a tu casa a que me invites a un café.

-Está bien.

Por la tarde...

Sonó el telefonillo, era Álvaro. Empecé a ponerme muy nerviosa. Cuando le abrí, observé por la cámara del telefonillo que no venía sólo.

-¡Mamá!

-¡Hija!

-¡Viene Auryn al completo!

-¿Qué?-preguntó mi tía desde su habitación.

-Lo que oyes, Álvaro, Blas, Carlos, Dani y David, ¡están subiendo!

-Pero no decías que venía sólo Álvaro-dijo mi madre.

-Eso creía yo.

-Voy a hacer mas café-dijo mi madre yendo a la cocina.

-Por Carlos no te preocupes, él es feliz con un cola cao o un chocolate.

Sonó el timbre de casa y fui corriendo a abrir.

-¡Enana!-dijo dándome un fuerte abrazo-, ¿qué tal?

-Bien, ¿y vosotros? Pasad, no os quedéis ahí.

Con forme iban pasando, les iba dando un abrazo, hasta que por último, pasó Álvaro, al cual le di un beso corto. Me hice paso entre ellos y les presenté a mi familia.

-Chicos, estos son, mi madre Pilar, mi tía María y mi tío Fernando.

-Encantada chicos-dijo mi madre-, sentaros por favor.

-Igualmente-dijeron mientras se sentaban.

Me senté entre Álvaro y mi madre para poder estar junto a él.

Después de una hora...

-Chicos,¿queréis un café?

-No tendréis por casualidad cola cao o chocolate, ¿no?-preguntó el goloso de Carlos.

-Que prefieres, ¿chocolate o cola cao?-dijo mi tía.

-Chocolate, gracias.

-¡Fernando!, ayudame-dijo mi tía.

-Espera María, voy a ayudarte con las tazas.

En ese momento nos quedamos Auryn y yo solos y mientras que ellos hablaban y se reían yo aprovechaba para besar a Álvaro.

Vidas cruzadas (Alvaro Auryn) (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora