7.Auryn.

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Narra Alvaro.

Me parecía muy maja su madre, ya sabía a quien había salido Ruth.

-¿Me puedes llevar a casa y me cambio, por favor?

-No, toma, ponte esto, corre.

-Vale, espero que no me quede inmensa la camiseta.

-Te espero en el salón.

Mientras esperaba a Ruth a que se cambiara rápido, me llamó al móvil Dani.

-Tío, estamos ya aquí, ¿os queda mucho?-preguntó.

-No, ya vamos.

-Vale tío, cuando llegues, mandanos un whatsapp para saber que habéis llegado y prepararnos.

-¿Estas lista?-dije a Ruth y ella asintió.

-Ahora te veo, loco-dijo Dani.

-Bueno tío, te dejo, que me voy, adiós.

-Cuidate hermano. Ahora te veo.

Colgué el teléfono y me dirigí a Ruth.

-¿Nos vamos, Ruth?

-Si, he cogido ya todo.

Nos montamos en el coche y puse rumbo al restaurante donde había quedado con los chicos. Me encantaba Madrid, pero eso de aparcar, lo llevaba muy mal. No hicimos más que dar vueltas.

-Mira, parece que estos se van.

Baje la ventanilla y Ruth preguntó si se iban, y efectivamente, se iban a ir, asi que no dudé en aparcar. Salimos ambos del coche y nos fuimos directos al restaurante. Les mandé un whatshapp, a los chicos, diciéndoles que íbamos por la floristería, la cual estaba a cinco minutos del restaurante.

Narra Ruth:

No sabía donde me llevaba a comer, solo esperaba que el sitio no fuera caro, porque si no, me iba a sentir muy mal. Desde que dejamos el coche, Álvaro, no se separaba del móvil.

-¿Quién es el o la culpable de esa sonrisa?

-Nadie-dijo con una sonrisa-, sólo estoy hablando con mi madre, que me acaba de pasar una foto con un mono maquillado, mira.

-¡Que gracioso!

Vi que Álvaro se giró y se metió en un restaurante. Se acercó a un camarero, parecía que le conocía.

-¡Tony, que pasa tío!-dijo dándole un buen apretón de manos-¿Qué tal todo?

-Aquí, trabajando, ¿y tú?

-Bien.

-¿La misma mesa de siempre?

-No, esta vez vengo acompañado, te presento a Ruth.

-Encantada.

El chico era muy guapo, ojos azules, moreno con una bonita sonrisa.

-Veniros por aquí. Esta es vuestra mesa.

-Gracias-respondimos ambos sentándonos uno enfrente del otro.

Narra Alvaro.

Tony, fue una de las personas que en los principios de Auryn, confiaba en nosotros, por eso, le tenía tanto cariño. Quería saber, que era lo que habían montado estos. Cogí mi móvil y les mandé un mensaje.

-¿Qué vas a querer comer?-pregunté cogiendo la carta que había encima de mi plato.

Cuando la miré, vi a los chicos detrás de ella, que me hacían un gesto de que me callara, y enseguida, bajé la vista sonriendo, para volver a mirarla.

Vidas cruzadas (Alvaro Auryn) (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora