Mejores Amigos

Capítulo 8

—Siempre me lo dices Andrew… nos es algo nuevo.

—Sí, pero no es lo mismo Shay… te dije para perder nuestra virginidad juntos porque me atraes de esa forma.

—Andy, por favor. No inventes.

—¿Por qué crees que me ponía tan celoso de Tony? Después de lo que hicimos, verte con otro me carcomía por dentro, te hice mía… eres mía Shay.

—Andrew… —una lagrima cae y muchas otras la siguen—. Esperé mucho tiempo por este momento, no te imaginas todos los años que espere por escucharte decir eso… pero ahora es muy tarde, me voy al extranjero.

Sus ojos se agrandan. Se detiene en un estacionamiento vial.

—¿Qué, tú también sientes lo mismo?

Asiento.

—Lo hacía. Pero ya es muy tarde para nosotros.

—Nunca es tarde cuando se ama.

—Tienes razón, yo te amo… pero no de esa forma, ya no más. —la mayor mentira que he dicho en mi vida.

—No estás pensando claramente, Shay.

—Sí lo estoy. Sabes, si me hubieras dicho esto la mañana después de que hicimos el amor, definitivamente te habría vuelto a tirar en la cama por otra ronda, pero ahora no lo siento Andrew.

—¿Qué?

—Ser tuya, que mi primera vez fuera contigo, ha sido algo asombroso, no sé si fue bueno o malo… no tengo con que compararlo, pero para mí fue perfecto.

—Yo también lo sentí, mi amor.

—¡No te atrevas a decirme mi amor! Ya no tienes derecho, no tienes derecho a nada. Me voy en 3 días y nada que digas me va a hacer cambiar de opinión.

—¿Qué pretendes que haga? ¿Qué salga con otras mientras tú no estás?

—Sí, haz tu vida. Vive, ama y disfruta. Yo haré lo mismo.

—Tú eres a quien amo. No puedo amar a más personas. 

—Inténtalo. 

Me acerco a él, lo beso en la mejilla. Él gira el rosto y me besa los labios. Con intensidad y pasión, su lengua danza con la mía, nuestros labios se encajan como piezas de rompecabezas.

Sus labios bajan a mi cuello, y suelto un jadeo, el gruñe. Los vidrios se empañan, en un lío de brazos nos quitamos las franelas. Continuamos besándonos, tocándonos, él quita mi brasier y juega con mis senos. Una cosa lleva a la otra, de un momento a otro estamos desnudos.

Andrew me mira a los ojos mientras está dentro de mí.

—Te amo Shannon.

Aparto la mirada y me acerco a él. El asiento del pasajero está reclinado, Andrew está sentado allí y yo estoy arriba de él. En unos minutos más terminamos juntos y empezamos a vestirnos.

—Esto no debió haber pasado. —digo colocándome mi blusa.

É sonríe desde su lado.

—¿Por qué no? Demostró lo que tus labios no eran capaces de decirme, me amas Shay.

—No cambia nada, Andrew. Igual me voy, esto fue solo un error… no debimos haberlo hecho.

Dolor oscurece los ojos de Andrew.

—¿Por qué no lo detuviste entonces? Querías esto.

—No lo quería, solo pasó… y fue un error. Ahora llévame a mi casa.