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Arabella:

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Arabella:

Fue un instante en que entre en estado de shock. Sin embargo volví dentro de la enfermería y tomé el arma que había visto hurgando por los cajones. Comprobé que estuviera cargada y además agarré un machete bastante grande recostado sobre la mesa. Lamente no llevaba la funda de pistola, por lo que solo la coloque en la espalda entre el pantalón. Me fui de la enfermería con el machete en alto.

Empecé a correr por las calles. Fue impresionante con la rapidez que los muertos ya habían invadido una parte de Alexandria. Con toda las suerte del mundo supe ubicarme e ir directamente a la casa de Jessie, deseando con todas mis ganas que Evelyn no se hubiese movido de ahí.

Demasiados hambrientos se acercaban por detrás, pero solo corría y apuñalaba el cráneo de los que se cruzaran en frente mío.

Ya estaba en la casa que buscaba y choqué a Rick con otros, que venían corriendo del lado contrario con más hambrientos detrás. Empezaron a rodearnos y algunos ya se habían acercado demasiado a mí. Deslice el machete por el piso en dirección a la casa de Jessie y decidí sacar el arma para disparar a los que ya casi me estaban tocando. Escuche otros disparos acompañar a los míos.

— ¡Vengan, tengo a Judith!— Gritó Jessie que era la que estaba disparando.

Todo el grupo la siguió e ingreso a la casa, conmigo incluida que volví a tomar el machete en el camino. Varios muertos que quisieron entrar los ejecutamos y logramos trabar la puerta principal.

Rick estaba cargando a Deanna, la cual estaba herida, y Jessie guió que llevaran al piso superior. Los seguí ya que quería auxiliarla con la herida que se haya causado.

— ¡Bella!— Escuché que me llamaban y mis nervios bajaron al observar a Evelyn en el cuarto que dejaron a Deanna. Deje el machete a un lado y la abrace con todas mis fuerzas.

—Lyn, lograron entrar, tenemos que movernos ¿Si?— Ella asentía varias veces con la cabeza— ¿Tienes miedo?

Lyn bajó la cabeza levemente, pero cuanto la alzo negó y dijo un claro "No"

—Si hay miedo...

—Hay coraje—Completó Evelyn por mí. Tomé su pequeña cabeza y dejé un beso en su frente con una caricia.

—Sam, ¿Estas bien?— Indagué al niño que se encontraba a nuestro lado mirando a la nada. No respondió a mi pregunta pero Lyn se ocupó de alejarlo un poco del caos y hablarle.

Me quede tranquila y me acerca a Deanna, recostada en un sillón. La mujer de tez oscura estaba deteniendo la hemorragia de su abromen con su mano y Rick se fue abajo para asegurarse de todo. Por lo que contó Evelyn, la mujer debía ser Michonne. Pasé detrás de ella y saqué la funda a los almohadones que decoraban en sillón.

—Aprieta con esto—Le pasé un pedazo de tela a la mujer que lo tomó y siguió presionando.

Vi que Deanna también tenía una pierna lastimada. Rasgué la tela para hacerla más larga y poder cubrir la pierna. Antes de eso, la levanté un poco para analizar la herida.

𝑨𝒓𝒂𝒃𝒆𝒍𝒍𝒂 ©| Carl GrimesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora