𝑨𝒓𝒂𝒃𝒆𝒍𝒍𝒂 ©| Carl Grimes

007

Arabella:

El sudor caía por todo mi cuerpo mientras perdía la fuerza para seguir matando caminantes. Con los últimos alientos nos dirigíamos a la enfermería mientras en mi cabeza procesaba maneras de curar el ojo o ex ojo de Carl.

Estaba empapada de sangre cuando por fin los tres entramos a la casa. Los que ya se encontraban dentro habían preparado una camilla y hasta materiales para tratar.

—Por favor, sálvalo. Por favor—El padre suplicaba por su hijo y fui la única que, entre las órdenes de Denise, lo escuchó.

—Rick, estará bien—No sabía que más decirle y volví a prestar atención a Carl.

Por suerte Denise fue la que dio las órdenes y ya estaba casi todo preparado.

Con Carl en la camilla entre las dos empezamos a debatir que tendríamos que hacer y yo iba a ser la que suturara la herida. Obviamente aquí tenían un kit de suturas perfecto, luz, venda y hasta inyecciones. Esterilizamos la herida y aunque yo estaba segura que podía hacer suturas perfectas, no sabía cómo hacerlo para un roce de bala como la que estaba viendo.

De todos modos con Denise lo logramos. Cuando íbamos por las últimas suturas, escuchamos que llamaban porque Rick había salido. No me importó, no levanté la vista de Carl mientas también llamaban a Michonne.

Al final quedé sola con Denise para terminar con la herida de Carl y salio todo bien. No tuvo ninguna otra complicación por lo que fue bastante fácil. Quedo vendar la herida y Carl ya estaba a salvo. Aunque no despertaba.

***

Afuera parecía que todo se incendiaba, no entendía porque, pero en mi inconsciencia, toda la preocupación por Evelyn volvió a instante.

—Vigílalo, sabes qué hacer si algo se altera. No salgas afuera, Denise— Tomé el machete y mire por última vez el muchacho recostado en la cama donde lo habíamos trasladado juntas. Debía despertar y lo iba a hacer, estaba segura.

—Arabella espe...— Salí por la puerta al igual que todos habían hecho hace rato.

Vi porque parecía que todo estaba en llamas, solo habían incendiado en lago <<No sé cómo>> lo que logro que todos los hambrientos fueran hacia allí. No dejaba que algunos seguían en las calles distraídos caminando hacia diferentes lados.

No tenía la más pálida idea donde estaba la iglesia. Solo corría por las calles y decapitaba a los muertos que se me acercaban, esperando ver una cruz en las construcciones lo que me indicaba que era la iglesia.

Pasé esquinas y vi a varios que seguían matando hambrientos. Recién cuando pase otra esquina vi lo que estaba buscando.

Como si fuera cuestión de fe no había ni un muerto cerca y gracias porque la puerta estaba cerrada. Me acerque lo más rápido que pude y abrí abruptamente la puerta haciendo que la gente que se encontraba dentro se sobresaltara.