#03 Un descuido en el camino

68 13 0
                                    

Con atención en su camino en las profundidades del océano se mantuvo sujetada a su compañero con cuidado. Samurott tenía alrededor de su cuello el tirante del bolso en donde Oshawott observaba todo con gran asombro, sujetándose para no ser arrastrado por la corriente salvaje, con (t/n) procurando que todo saliese como tenía que salir, aunque en más de una ocasión sentía sus manos resbalar, esperando poder resistir durante el viaje, porque no podría perderse una oportunidad única como aquella.

Ella no podría asegurar cuantos otros entrenadores la siguieron en aquella fiera tormenta con la misma intención. Esperando que todos consiguieran arribar, o al menos que sus compañeros no sufrieran daños en lo absoluto cuando el centro Pokémon estaba cerrado.

—¡Vuelvan aquí! — la oficial Jenny exigió mientras corría en el alrededor, solo observando como múltiples entrenadores tomaban la decisión de ir por sus propios medios a Isla Nueva —. ¡Si no lo hacen tendré que arrestarlos! No...

Tan pronto como noto que ni uno de ellos realmente escucharía a sus llamados se detuvo, observándolos, justo al tiempo en que Samurott salía a la superficie para darle oxígeno a su entrenadora que ahora tenía su cabello aplastado en contra de su rostro y cuerpo, pero no era una molestia alguna, observando con una sonrisa como simplemente continuaban con su camino.

Preparándose para volver a aguantar su respiración.

—Era imposible detenerlos a todos... — hablo Mirando al observar a todos en la distancia; a quienes optaron por volar y quienes por ir en el salvaje mar —. Para esos entrenadores Pokémon es un reto, aman la aventura, si se rindieran ahora... haber llegado hasta aquí no tendría, solo queda desearles suerte.

Ambas mujeres observaron a los entrenadores obstinados a hacerse camino en esa tormenta. Incluso dicho entrenador de nombre Corey que mantuvo su vuelo, esquivando cada obstáculo con facilidad a los ojos de otros que lo intentaron. Notando la enorme ola que se creó en el océano, derribando a más de un entrenador.

Incluida a (t/n) que no pudo mantenerse sujeta a su querido Samurott.

Abriendo sus ojos mientras aguantaba su respiración en los alrededores, con un brazo adolorido cuando termino chocando contra una de las rocas en los alrededores, y aunque tuviese una clara herida fue gracias a este que pudo sujetarse y no irse demasiado lejos, esperando a que Samurott la localizara tan pronto como pudiera.

Observando unos momentos la herida en su brazo; nada más que un raspón del cual pequeñas gotas de sangre se esparcían en los alrededores. La sal haciendo un trabajo especial en está, no era demasiado grande como para preocuparse o alarmarse, no era la primera vez que se lastimaba.

Y no sería la última.

Pronto e inesperado una mano se extendió para otorgarle apoyo en ese sitio, girando su mirada para observar a la entrenadora. Su cabello (c/c) se movió suavemente, notando la sonrisa amable de la entrenadora que extendía su mano para sacarla de ahí, su cabello era hasta sus hombros y en un bonito tono chocolate.

Noto incluso al Pokémon de agua Dewgon observarla amistosamente.

Aceptando la mano de la desconocida para subir detrás de ella, permitiendo que viajasen juntas en su mayoría. Aguardando a que Samurott estuviera cerca, era bueno encontrándola cuando estos eventos ocurrían, porque lo recordaba en un rio, corriendo por rescatar a Oshawatt que cayo inminentemente al agua, pese a que era un Pokémon de agua, este era demasiado nervioso de distanciarse demasiado de su entrenadora querida.

Ella sabía que estarían buscándola sin detenerse.

Estuvieron nadando en los alrededores esquivando cada obstáculo, e incluso en un punto sintió verdadera alegría cuando sus queridos compañeros nadaron directamente a donde se hallaban. Siguiéndole el paso a Dewgon, avanzando en lo salvaje que todo podía ser.

No era de sorprender que arribar al final fuese complicado: Una enorme ola agito las aguas. Tomando la elección de que era el momento de salir de agua con un salto, con Samurott asintiendo a la comprensión de lo que el otro Pokémon le indico, nadando con todas sus fuerzas e ir a la superficie, metiéndose debajo de una enorme ola que iba a arrasar con los entrenadores que estuvieran a su alcance.

Pero ambas entrenadoras lo consiguieron.

—Llegamos... — musito (t/n) una vez pudiendo respirar con calma —, la tormenta se termina aquí...

—Tenías razón — la otra chica dijo prontamente sin dejar de sonreír —, era un reto.

(t/n) asintió con calma en esos entonces; contemplando el enorme palacio que se cernía en frente de ellas. Notando la herida en su brazo en un tono colorado, no había sangre, solo un ligero dolor que pronto trataría, prefiriendo que ella fuera la lastimada en lugar de sus compañeros.

—Gracias por sacarme de ese aprieto — agradeció (t/n) —, no iba a resistir mucho tiempo por mi cuenta ahí.

—Estaba cerca de ti, no iba a dejar a un entrenador abandonado.

—Gracias.

La entrenadora de nombre desconocido para (t/n) asintió con una sonrisa y calma, permitiendo que Dewgon les guiara a la entrada de este. O al menos en donde una mujer desconocida estaba aguardando por ambas, preguntándose si ella las guiaría a conocer al entrenador más fuerte del mundo.

—Me llamo (t/n) — se presentó pronto, comenzando a subir al suelo de metal bien construido —, y estos dos son mis compañeros, Oshawott y Samie, de la región de Teselia.

—Teselia... esto está lejos de Kanto, vienes de lejos...

—No realmente — rio suavemente (t/n) mientras se acuclillaba para tomar su bolso, y enviar a Samurott al interior de su Pokeball —, nací aquí en Kanto, solo he salido mucho... este pequeño se apegó a mi recientemente.

Oshawott se mostró orgulloso desde el lado del bolso.

—Se nota que te tiene mucho aprecio, yo me llamo Neesha y este es uno de mis compañeros.

—Es un gusto, espero en alguna ocasión devolverte la mano.

—No te preocupes, no es necesario.

Ambas sonrieron tranquilamente al notar como sus personalidades encajaban bien como para mantener una amistad sana entre ambas. Porque (t/n) a menudo conocía a otros entrenadores que no eran tan amistosos, o no tenían intenciones amistosas, un hecho que muchas veces la dejo viajando sola en los alrededores, aunque llego a hacer amistad con algunos líderes de gimnasio.

Acomodo cuidadosamente su bolso en su costado mientras acomodaba su cabello que continuaba empapado. Recibiendo el suave soplo frío del viento, esperando que la ayudase a secar sus prendas de ropas e inclusive su bolso, sonriéndole a Oshawott cuando él noto la herida en su brazo derecho.

Una herida colorada.

—Bienvenidas a Isla Nueva, ¿me permiten ver su invitación?

—Por supuesto.

Hablaron ambas tan pronto como sacaban sus invitaciones que se activaron para mostrar el mensaje. La mujer desconocida asintió al confirmar que eran invitadas verdaderas, invitándolas a seguirla en los escalones que parecían eternos, una buena forma para conseguir que sus prendas de ropa y cabello se secaran mientras subían y subían.

Intercambiando una mirada con la otra con una sonrisa al haber arribado, (t/n) no esperaba conocer a una amiga en el camino, ni mucho menos recibir su ayuda que apreciaba mucho.

Pero lo que menos sabían era que está invitación era todo lo que menos que tenían en sus mentes como algo para contarle a todos. Claro, no podrían, aunque quisieran.

Isla nueva: El misterio estaba por desenvolverse.   

Have We Met Before? {Corey & Lectora] Pokémon: Mewtwo Strikes Back EvolutionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora