CAPITULO 13

805 93 14
                                    

Las cosas con Lalisa no mejoraban.

El lunes, suponiendo que Lalisa estaría más predispuesta a reconsiderar nuestro asunto, fui a buscarla a su lugar de siempre.

Por supuesto, ella estaba allí. Vestía de negro como todas las veces, a excepción de su blusa que era de un verde tan intenso como sus ojos, además de sus habituales lentes de sol. Pero había algo más que arruinaba mi preciosa vista utópica de la chica que me traía loca... O mejor dicho, alguien.

Junto a Lalisa estaba sentada una tipa de cabello castaño claro, a la distancia pude distinguir que tenía ojos claros también, además de un cuerpo exageradamente delgado.

Llevaba un pantalón marrón, una blusa de flores suelta y una boina.

Platicaba de lo más animada con Lalisa.

Sin siquiera darme cuenta ya estaba frente a ellas, me aclaré la garganta de manera exagerada logrando interrumpir su... Muy interesante conversación.

-¿Chaeng?

-Hola Lalisa-la extraña junto a ella parecía molesta de haber sido interrumpida.

-¿Sucede algo? -sonaba de lo más inocente, cómo si no tuviera la mínima idea de mi presencia allí.

-Sí, quiero hablar contigo -observé de reojo a la otra chica- Pero en otro lugar...

-No, Roseanne, estoy ocupada en este momento -Lalisa se dirigió a la intrusa, ofreciéndole una de sus hermosas sonrisas.

La castaña sonrió de regreso y una voz dentro de mi clamaba por sangre.

-Por favor Lisa, sólo serán unos minutos -casi le estaba rogando.

La vi suspirar mientras levantaba su rostro en dirección al mío, como si me estuviera viendo.

-Quizás otro día Chaeng.

-Necesitamos hablar...

-Lo siento Roseanne, tengo... Tenemos que irnos -el intento de modelo se levantó, ofreciéndole su mano a Lalisa.

La ojiverde no la tomó, y se puso en pie sola. Me sentí orgullosa de mi chica independiente.

Y quise reirme en la cara de esa... tipa.

Antes de que Lalisa se fuera, agarré su mano y hablé lo suficientemente bajo como para que sólo ella pudiera escucharme.

-¿Puedo verte mañana?

-Preferiría que no lo hicieras -respondió en el mismo tono- Principalmente si estoy con ella.

-¿Tan rápido me reemplazaste? -dije herida, expresar aquello dolía y pensar que podría ser cierto era insoportable.

-Hasta luego, Roseanne.

Luego de ese día, los tres días que le siguieron no pude acercarme a Lalisa. Esa chica siempre estaba con ella y lo sé porque las observaba, no se paraba ni siquiera para ir al baño. Era prácticamente su siamesa y cada vez tenía más confianzas con Lalisa.

-Si las miradas mataran... -se burló Jisoo detrás de mí, estaba tomando algunas fotografías para un trabajo que tenía que entregar el lunes siguiente.

-No me agrada esa... chica -pelé otro mango y empecé a comerlo sin apartar la vista de aquellas dos.

Desde mi posición no podrían verme. Bueno, Lalisa no podría ni aunque estuviera al frente. Además lo bueno de los viernes era que no muchos estudiantes caminaban por la rotonda, un obstáculo menos para poder verla.

COLORS (Chaelisa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora