CAPITULO 29

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El día de Navidad desperté abrazada a una chica en traje de unicornio. Una pequeña mano, un poco más oscura que mi piel, reposaba cerca de la mía, sobre la chica en traje de unicornio.

Eran Suga y Lalisa. Ambos estaban despiertos.

Parpadeé un poco antes de moverme, tratando de descubrir qué hora era por la luz del día...

No pasaba el medio día, eso seguro. A medida que despertaba reconocí otras cosas en el ambiente, como la nada silenciosa voz de Jisoo, las piernas de Jennie elevadas a unos metros de donde yo estaba recostada y la risa de Ryujin, cercana a la voz de Jisoo.

-Hasta que despiertas -dijo Lalisa antes de besar mi frente, yo apenas me removí para abrazarla más fuerte.

-Buenos días... -susurré con la voz seca.

- ¡Buenos días tía Rosie!

-Buenos días Suga -sonreí de inmediato pues el pequeño prácticamente estaba encima de Lalisa sólo para poder darme un beso en la mejilla- ¿Jisoo ya te dio de desayunar?

-Sí, tía Lisa no ha comido porque estaba esperando que te despertaras...

-Oh, y yo me creía la única imprudente de la familia -dijo Jisoo desde la cocina.

-Sabes que no tenías que esperarme -dije sin poder evitar sonreír como tonta.

-Estabas respirando tan calmadamente... Además, prefiero que comamos juntas.

- ¡Tía Lisa! ¿Ese quién es?

-Hmmm, Suga...

-Lo siento, hmmm... Tiene el traje todo verde y dispara flechas...

-Flecha Verde.

- ¡Es mi favorito!

- ¡Acabas de decir lo mismo de Capitán Átomo!

-Casi lo derrotan...

-Suga, los héroes también pueden ser derrotados... Eso los hace magníficos...

-No entiendo...

-Rosie, trae el cu... -era Jisoo y no tenía que mirar para saber que Ryujin le estaba lanzando una mirada-Trasero de tu novia acá, antes de que convierta a mi hermano y a todas nosotras en la nueva Liga de la Justicia de América.

- ¡Yo seré Superman! -gritó Suga todo emocionado.

- ¿Qué hay de Flecha Verde?

-Flecha Verde no puede volar.

-Tú tampoco Suga, ve a cambiarte la pijama -Jisoo de nuevo.

El pequeño se levantó haciendo un adorable pucherito, encaminándose al antiguo cuarto de Lalisa donde, yo suponía, estaría su ropa. Luego de un par de castos besos rápidos, Lalisa y yo fuimos hasta la cocina para servirnos algo de cereal.

Mientras nosotras disfrutábamos de nuestras hojuelas, Jisoo y Ryujin iban de un lado a otro cortando ingredientes y sacando cosas de la nevera; el ambiente olía a galletas, verduras al vapor, vino y condimentos...

Una extraña y deliciosa combinación que a cualquiera le traería recuerdos del hogar.

En ese momento me golpeó una realidad, pero decidí enfrentarla en mi cabeza y por fuera pretender que todo iba de maravilla. Aunque de cierta manera, aquello no se alejaba de la realidad...

Estaba rodeada de personas maravillosas a las que amaba.

Sin embargo, toda persona necesita de su familia. Así sea en una medida mínima, siempre necesitaremos de ella. Al menos, yo la necesitaba en ese momento.

COLORS (Chaelisa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora