Capítulo 9. Vivir en negación

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Gracias por pasarse a leer. Les agradezco también por los votos!..

Disfruten.
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"No se ve bien más que con el corazón, lo esencial es invisible para los ojos"

—Forrest Gump

"El amor infantil sigue el principio: Amo porque me aman. El amor maduro obedece al principio: Me aman porque amo. El amor inmaduro dice: Te amo porque lo necesito. El amor maduro dice: Te necesito porque te amo"

—Erich Fromm

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Hace mucho tiempo que Haruno Sakura dejó atrás a la chiquilla que se permitía amedrentar por personas con aires de autosuficiencia. No importando quién fuera. Muy a pesar que tenía al viejillo mal encarado Kisashi Okamura respirándole casi por sobre el hombro, con la vigilia constante de sus análisis de laboratorio. Ella seguía sin inmutarse.

—Deberías dejarme a mi niñita—rezongó el hombre exasperado, porque a su ver la chiquilla se estaba tardando en realizar los análisis—

—Con el debido respeto que usted se merece—respondió Sakura con toda calma muy a pesar de que se moría de ganas por zamparle un golpe al hombre—si toca algo dentro de este laboratorio me veré forzada a echarlo. Este es mi lugar de trabajo y no permito que nadie lo toque. Además usted mismo será participe y lo verá todo con sus propios ojos. No puedo hacer manipulaciones del chakra para que éste cambie de color, y hasta ahora no conozco a ningún ninja que sea capaz de hacerlo—

—Pero existen—insistió enérgicamente el hombre e hizo una mueca—

Sakura restó importancia y prosiguió. Tomó los tubos de ensaye, vertió con un hisopo parte del contenido en una caja de Petri y después colocó la palma sobre cada una, en orden continuo hasta que el chakra cambió de color. En la primera verde, en la segunda amarillo y tercera naranja.

—¿Lo ve? ¡Todo está bien!—

El hombre gruño. Alzó la barbilla mirando por encima del hombro a Sakura y dijo:

—Debo reconocer que al menos no lo has estropeado—hizo anotaciones en un cuadernillo que sacó de entre su túnica, carraspeó ruidosamente un par de veces y luego dijo: — Nos veremos dentro de un mes. Con permiso—emprendió el paso dificultosamente con su bastón—

Sakura suspiró de alivio. En cuanto hubo salido aquel hombre, Neji tocó la puerta a pesar de que estaba abierta.

—Adelante—

En realidad no le apetecía ir ahí, mucho menos a corroborar lo acontecido en aquella habitación de junto. Eso confería una gran humillación a su ver, pero reglas eran reglas y él siempre las acataba por mucho que le disgustaran. Neji respetaba demasiado a su prima y le quería, sí, tiempo atrás había aceptado que la quería como una hermana pequeña.

—¿Todo esta bien? —quiso sonar natural. Sin preocupación, pero la sola pregunta lo constataba—

—Sí, Hyuga-san ¿también deseas inspeccionar mi trabajo? —dijo Sakura con sarcasmo—

El sauce llorón [NEJISAKU] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora