Capítulo 4. Granos de arena

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Si tu oponente ataca con fuego, afróntalo con agua, convirtiéndote totalmente fluido. El agua, por naturaleza nunca colisiona. Por el contrario, absorbe cualquier ataque sin causar daños.– Morihei Ueshiba –

Cuando todo lo que juzgues, se basa en tu propia sabiduría, te decantarás hacia el egoísmo y a desviarte del buen camino.– Yamamoto Tsunetomo –
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-¡Esto es inaudito!-dijo una voz femenina con tanta consternación-

Temari caminaba de un lado a otro, como una pantera enjaulada. Gaara comprobaba el olor de una rosa. Kankuro entrecerró los ojos observando a su hermano menor pasearse con parsimonia en el jardín central de la casona. Algo bastante impropio de él ¿Qué carajos…?

-¿Y qué esperabas?-soltó al fin el moreno sorprendiéndolos con la entonación tajante. -¿Qué te pusieran todo en bandeja de plata? ¡ por supuesto que no! Buscarán todos los medios posibles para hacerte más incómodo el asuntito-apuntó. Seguía intentando debelar las intenciones de Gaara para con las dichosas rosas -

El Kazekage negó con la cabeza y cortó otra rosa blanca más. Se la tendió a la muchacha castaña que se encontraba a su lado. Con un gesto de su mano le alentó a retirase. Ella le regaló una reverencia y se echó a andar presurosa.

-¿Y qué harás? ¿Aceptarás que un miembro del consejo analice a tu esposa..cada vez..que?-se sonrojó Temari violentamente al siquiera imaginarse tal bochorno. Odió el hecho de enterarse de ese detalle al revisar los acuerdos y no por su hermano-

-Por supuesto que no se los voy a permitir. Sé que están tratando de sacarme de mis casillas. No van a lograrlo. Además ya le he pedido un favor a Naruto-dijo con calma el Kazekage-

En el fondo Gaara estaba más que enojado. Su anterior hubiera partido en dos a cada miembro del consejo por las imposiciones tan arcaicas y encaminadas a cláusulas de feudalismo, que él mismo deseaba derrocar. ¡Oh! ¡cómo les odiaba! Pero era imprescindible guardar la compostura, ya arreglaría los mandatos de poco a poco.

Un grano de arena a la vez.

-¿El Hokage?-interrogó Kankuro impaciente-¿Qué tiene que ver él?-

-¿Ya lo sabías? ¿sabías de esa imposición también?-interrumpió Temari sorprendida-

-Por supuesto que lo sabía. Todo estaba allí en el pergamino del acuerdo-contestó Gaara con simpleza- y he pedido a Naru..Al Hokage que me envíe a su mejor ninja médico para que sea alguien de sus confianzas quién realice tal efecto-

La chica rubia sintió bastante pena por Hyuga Hinata. Sería sometida a una gran prueba, eso era cierto.

-Vaya..lo tienes todo contemplado-murmuró ella-

Kankuro y Temari se lanzaron una mirada cómplice. Temían que todo aquello acabara en un desastre. Gaara ceñó la frente. La visita de esos dos tan temprano no era en vano.

-¿Y? ¿Me dirán el porqué del honor a su visita?-soltó algo irritado. Aun no olvidaba su conversación de días pasados-

-Bueno..quizás de verdad debieras considerar los factores Gaara-dijo Kankuro con preocupación-

-Ya he considerado todo. Y les voy a suplicar que no se entrometan más a menos que se les pida. Ahora, si no tienen algo más importante que decir, déjenme solo. Tengo trabajo-zanjó el asunto por fin. Había una pila de pergaminos sobre su escritorio que debía ir a revisar-

El sauce llorón [NEJISAKU] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora