El sauce llorón [NEJISAKU]

Capítulo 5. Curiosidad.

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Les deseo felices fiestas!

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"Si hay luz en el alma, habrá belleza en la persona; si hay belleza en la persona, habrá armonía en el hogar; si hay armonía en el hogar, habrá orden en la nación; si hay orden en la nación, habrá paz en el mundo". -Proverbio Chino-

"Sólo cuando se abra la caja podrás saber si el gato está vivo o muerto. Mientras tanto deben considerase ambas posibilidades"- Erwin Schrödinger

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Hinata se estremeció corroborando lo que los libros dicen sobre los desiertos. En la madrugada, hace frío. Mucho frío. Soltó un vaho y se asió más la capa; sus dedos entumidos mal lograron calor cuando soltó un soplo de aliento sobre estos. Pronto sintió una tela ajena caerle sobre los hombros.

-No me hace ninguna falta-le dijo Neji al notar la mirada que le cuestionaba. Él volvió al inicio de la formación-

La chica sonrió melancólicamente. Cómo extrañaría a su primo. En verdad. Él se convirtió en su mentor. En su ejemplo a seguir. En su hermano mayor.

Reprimió un sollozo y se aferró a la capa de Neji. La luz de luna le regaló una excelente fachada de Sunagakure desde la cordillera en que pararon. Pero no fue siquiera capaz de apreciar la belleza. Un nudo en el estómago le advirtió el creciente nerviosismo y sus piernas perdieron fluidez.

-¿Hinata? ¿te encuentras bien?-le oyó decir a Sakura casi en un siseo-

Hinata le respondió con un asentimiento inseguro. Su intranquilidad era tal, que el sistema digestivo le amenazaba con fallar y para contrariarla su estómago gruñó. Nunca en la vida le pasó por la cabeza una maldición, hasta ahora.

-¿Estas segura?..porque podemos..puedo..-Sakura calló al notar la mirada severa de la muchacha-

-Estoy bien Sakura-san. No te preocupes-le murmuró fingiendo aplomo-

Sakura no volvió a mencionar nada a pesar de que el rostro de la chica Hyuga delataba su contrariedad. Para su jodida suerte, el cuervo que Nara Shikamaru envió a los guardias de la entrada -minutos atrás-, regresó con el permiso para la avanzada.

Es hora.

XxX

El viento aulló entre las paredes de lo que a Sakura figuró un jodido laberinto de arcilla ¿Qué llegar a la oficina del Kazekage sería tan difícil? No recordaba que fuese tan arduo. O era que el cansancio le estaba causando estragos.

¿Shikamaru y Neji se pusieron de acuerdo para hacernos sufrir inanición?

La puerta al final del pasillo se abrió y un guardia les alentó a pasar. Cedieron uno a uno y pronto la imagen del Kasekage fue visible a pesar de vaga luz de antorcha. El hombre había ganado altura, y lucía corpulento. Ni rastro del muchacho enclenque que se vio la última vez; inclusive su cabello iba más largo, casi rosándole los hombros. El pelirrojo se inclinó formalmente a lo que todos correspondieron.