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Cuenta la leyenda que existe un
hilo rojo invisible que conecta a
aquellos que están destinados a
encontrarse, sin importar tiempo,
lugar o circunstancias. El hilo rojo
puede estirarse, contraerse o
...
Era el primer receso del tercer día de clases en la UA. Unos estudiantes de 3-A conocidos como Hizashi Yamada y Shouta Aizawa caminaban por los pasillos a paso lento en busca de su amigo Oboro Shirakumo*. Quien llego corriendo desde otro lado del edificio.
-¡Zashi, Zawa!-El chico con cabello como nubes se acerco alegremente a sus amigos.-Perdón la tardanza, me cruce a un grupo de niñas de primero, veo cosas muy buenas ahí.
-¡Oh!¿Te gustan menores, Kumo?-El rubio le dio unos codazos. Oboro tardo unos segundos en reaccionar.-Vamos, vamos, cuenta, no te guardes a las chicas lindas solo para ti, bro.-Dijo guiñando un ojo. Shouta solo los miraba en silencio.
-No me refería a eso.-Rápidamente sacudió las manos retractándose de sus palabras.- Me refiero a que ayude en el examen practico de admisión**, vi sus quirks en practica. Algunos alumnos puede que lleguen muy lejos.-Hablaba casi con orgullo.-Me cruce con una niña contra la que pelee.-Miro por encima del hombro de uno de sus amigos.-Allí viene con sus amigas, es la de cabello oscuro.-Señalo casi en un susurro.-Parece tan tímida y cerrada en si misma...Ella misma me dio batalla, me dejo ciego y para incapacitarme aun más me pateo las bolas, no parece que fueran la misma persona.
Aizawa y Yamada voltearon con disimulo para encontrar a un grupo de tres niñas de primero. La más alta, quien iba hablando, era una enérgica y brava, de largos cabellos de serpientes verdes; a su lado, en medio, una delgada de cabello café oscuro esponjado, que le cubría los ojos, se limitaba a escuchar mientras pequeñas nubes de neblina la rodeaban de pies a cabeza; y al otro lado una curvilínea de rubios cabellos con pequeñas flores en el, reía sobre el comentario de la primera. Un poco más atrás una pelirroja con rojos moños en su cabello llego corriendo para unirse a las otras tres. Todas eran tan extrovertidas y alegres, mientras que la que Shirakumo había mencionado era reservada y casi no hablaba.
"Debería amarrarse el cabello." Pensó el azabache. No podía desviar la mirada de esa chica, que por un lado parecía tan débil, mientras por el otro le había pateado el entrepiernas a su mejor amigo.
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Meses después del inicio de clases, Shouta se encontraba caminando solo por los jardines de la UA, tanto Shirakumo como Hizashi se habían ausentado por estar enfermos. Su mente divagaba sobre como sus amigos habían sido tan tontos como para enfermarse por una simple lluvia. Iba tan metido en sus pensamientos que no veía por donde iba, y termino chocando contra alguien. Era la chica tímida de días atrás, quien debido a la diferencia de tamaños trastabillo y seguramente hubiera terminado en el suelo de no ser por los rápidos reflejos de Aizawa, quien la tomo de la cintura.
-Lo siento, no te vi.-Soltó a la chica, para que se pusiera de pie. Era raro verla sola, siempre iba para todos lados con su grupo de amigas.-¿Como te llamas?
