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Cuenta la leyenda que existe un
hilo rojo invisible que conecta a
aquellos que están destinados a
encontrarse, sin importar tiempo,
lugar o circunstancias. El hilo rojo
puede estirarse, contraerse o
...
Los primeros días viviendo en la 1-A alliance fueron extraños, tanto para Kasumi como para los alumnos. Más que nada por el echo de que debía seguir de cerca a el azabache y no podía decir el verdadero porque. Mientras que para Aizawa era un alivio tener un par de manos extra que le ayudaran con el caos en el que a veces se convertían su grupo de estudiantes.
Todo era extraño y muy rutinario. Se levantaban, desayunaban, clases, esperar en los pasillos sin nada que hacer, papeleos de profesores, charlas con los profesores, más espera en los pasillos o patios del colegio, preparar la siguiente clase en su cuarto de la 1-A alliance, calmar el alboroto armado por los alumnos, cenar, dormir. Así se repitieron los primeros 4 días. Casi no se dirigían la palabra, se sentían incómodos de solo verse.
-Deberíamos hacer algo.-Kasumi salia de dar clases y ya había emprendido rumbo hacia la sala de profesores, siendo seguida por el azabache. La idea había vagado por su mente desde la noche anterior, y no fue hasta ese momento que consiguió el valor que necesitaba para decirlo, sin sentirse rara o avergonzada.-Quiero decir, sin salir del campus.-Comenzó a hablar rápido culpa de los nervios.-Ver una película o algo, si quieres.-Al entrar a la sala de profesores rápidamente se pusieron de pie frente a la pequeña estufa. Estaban empezando los primeros días de frió.
-¿Estas invitándome a una cita?-Aizawa la observo curioso, mientras servia café para ambos. Eran los primeros en llegar a la sala de profesores.
-¿Quizás?-Ella se puso aun mas nerviosa.-S-si no quieres no.-Dijo mirando hacía otro lado algo sonrojada. En silencio vieron como otros profesores empezaron a llegar a la sala. El ambiente entre ambos era incomodo.
-Esta bien. Me gustaría.-Le respondió luego de unos segundos.-¿Te parece bien esta noche?-Se aproximo a la computadora donde Sarutobi tecleaba sobre su ultima clase.
-Pero es jueves, mañana debemos trabajar.-Shouta se encogió de hombros, restandole importancia.-Bueno, es solo una película. ¿Que es lo peor que podría pasar?
A unos pocos metros de ellos Hizashi y Yagi observaban entre curiosos y contentos por la química que había entre ambos.
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Tras terminar con su trabajo y dar el día por finalizado, comenzaron la noche de películas. Habían pedido comida, ya tenían mantas y una película preparada. Para hacer la noche más ideal, afuera empezaba a caer una fina nieve.
Tras varias cervezas Aizawa se había vuelto extrañamente cariñoso. Abrazaba a Kasumi por la espalda, enterraba su cabeza en el cabello de la chica, mientras depositaba pequeños besitos en su nuca. Todo esto ponía nerviosa a Sarutobi, quien se sentía confundida. ¿Significaba eso que él tenia sentimientos por ella?¿O era solo el alcohol hablando? Al finalizar la película, la de cabellos teñidos se disponía a irse a su cama pero el azabache la tomo de la cintura obligando a que se sentara en la cama de su ahora roomate.
-Nebs...-Su voz sonaba ronca, arrastraba las palabras y apestaba a alcohol. Este era un Aizawa desconocido para Kasumi, el cual le sacudía el piso, más de lo que ya lo hacia.-Esta noche, solo esta noche.-La abrazo por la cintura y desde la espalda, soltando un gran bostezo.-Duerme conmigo...Por Favor. ¿Si?-No pudo negarse, parecía un cachorro mojado en busca de cariño. Antes de que alguno siquiera reaccionara, ya estaban dormidos. Mientras, afuera nevaba con más fuerza.
