Capítulo 11

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La lluvia no cesó durante el resto del día, y a regañadientes tuve que pasar la noche en aquella pequeña y estrecha cabaña. Cuando el sol volvió a salir a la mañana siguiente, iniciamos la marcha para encontrar a la familia Darks, sólo esperaba que la bestia aulladora no los hubiera matado.

Freydís fue buscando huellas en el terreno y me fue guiando pero cada vez nos adentrábamos al interior del bosque Sajens, donde las copas de los árboles eran cada vez más altas y el sol casi no entraba, la mayoría de la zona estaba en sombra.

–Están vivos. –comentó Freydís luego de examinar unas huellas que pertenecían a la bestia aulladora. –Pero por poco tiempo.

–¿Por qué lo dices? –pregunté acercándome a ella.

–¿Ves esas huellas? –miré donde me indicaba y pude ver cascos de caballo muy cerca los unos de los otros. –Pertenecen a un caballo mitológico llamado Sleipnir, tiene ocho patas y suele tener el pelaje grisáceo. Normalmente son salvajes pero después de examinar la zona puedo deducir que alguien lo montaba, y ha capturado a los nobles.

–¿Puedes seguir el rastro? Debo salvarles.

–Claro que puedo, es simple.

Mi nueva amiga comenzó a examinar las huellas y me indicó por dónde debíamos ir. Caminamos por senderos estrechos y pedregosos que iban cerca de las faldas de una pequeña montaña, cuando llegábamos al fin del camino, Freydís me indicó que me agachara y me mantuviera en silencio. Nos acercamos agachadas a una fila de rocas y nos asomamos en silencio para ver a los dos miembros de la familia Darks.

Un hombre de tez pálida, pelo rubio y orejas puntiagudas se acercó a los Darks, vestía con una armadura hecha de varias partes de criaturas y portaba cómo arma una lanza enganchada a su espalda, y una espada que sujetaba con su mano izquierda.

–Teníamos pensado atacar a lo más alto pero creo que empezaremos con ustedes primero. –habló con rencor. –Es hora de que el Rey Agni termine su mandato, y la verdadera heredera tome el trono.

–El Rey Agni es quién nos debe gobernar, su hermano no está y él es el siguiente en la sucesión. –reprochó Dave viendo con asco al otro hombre.

–Pobre humano, la ignorancia es lo que más amáis los humanos. Tenéis el mal hábito de hacer lo que los demás os dicen, en vez de ver la verdad por vuestros propios ojos.

A diferencia de Dave, su hijo parecía aterrado con la situación en la que estaban. En ningún momento la mirada del señor Darks se apartó de la de aquel singular hombre, quería ayudarles pero no sabía cómo. Habían otros tres hombres más que miraban la situación con seriedad, y algunos Sleipnir detrás de ellos, preparados para partir en algún momento.

–Os encontré. –dijo una voz detrás de mí.

Cuando me giré vi a uno de esos hombres mirándome con seriedad, lo último que recuerdos es sentir cómo un dardo impactó contra mi cuello, luego caí en un profundo sueño. Sentí cómo me llevaban en brazos pero no tenía fuerzas para moverme, simplemente dejé que me llevaran, después volví a perder el conocimiento y caer en un profundo sueño.

No sé cuánto tiempo estuve dormida, comencé a despertarme y al abrir los ojos pude percibir que me encontraba en una habitación con una decoración un tanto rústica. Al levantarme de la cama me sentí algo mareada pero fue por un breve momento, examiné la habitación en busca de alguna pista que me pudiera indicar quiénes habían sido mis captores, pero no hallé nada.

–Si en verdad fuera una rehén estaría encadenada y en una habitación menos cómoda. –susurré para mí misma.

Salí de la habitación para encontrarme con varios pasillos circulares que parecían llevar a diferentes lugares, opté por tomar el camino de la derecha esperando encontrar a Freydís. Me detuve cuando escuché unas voces masculinas acercarse a donde me encontraba, y me escondí detrás de una pequeña librería que había.

El viaje de Demetria [LGDH #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora