Capítulo 16

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–¿A qué te refieres con eso, padre?

–Dile lo que me has contado, Agni. –pidió mi padre a mi tío, y lo miré confundida.

–El hombre con el que has luchado no era yo, es decir, sí era mi cuerpo pero no estaba consciente de mis acciones. –explicó Agni intentando recordar y explicar lo mejor posible. –Mi Familiar me poseyó e hizo que hiciera cosas horribles. Cuando luchaste contra él en la torre abandonó mi cuerpo y por fin pude liberarme, intenté hacerlo durante años pero nunca pude, su magia es muy poderosa.

–¿Cómo puedes tener un Familiar sino tienes poderes? –pregunté extrañada y Agni volvió a hablar.

–Es porque no lo era. Era un demonio con la apariencia de un Familiar, no recuerdo cuando me poseyó. Lo único que recuerdo era su gran odio a los seres mágicos y su afán por librarse de ellos.

–Tenemos que atraparlo y encerrarlo en algún lugar dónde no cause daño. Ahora el problema será encontrarlo.

–Sintió un profundo interés por ti, Demetria. –avisó Agni viéndome con preocupación. –No por tu poder de telequinesis, sino por el de controlar la mente de todas las criaturas. Ese poder lo anhela y no me extrañaría que viniera a por ti.

–En ese caso aumentaré los guardias en el castillo, y no irás a ningún lado sin un guardia, Demetria.

–Puedo cuidarme sola, papá. No necesito protección. –me quejé y él me sonrió con tristeza.

–Ya te perdí una vez, no quiero volver a hacerlo. Por favor, entiéndelo.

–Bien. Pero no estoy conforme. –respondí cruzándome de brazos.

Después de aquella acalorada charla, Agni nos siguió contando algunas cosas que él recordaba cuando fue poseído y nos pidió perdón por su comportamiento. Siendo sincera, me alegré ver que mi tío en realidad era buena persona, y que sólo fue víctima de aquel demonio.

Axiol fue elegido como mi guardián personal y se encargaría de que me mantuviera a salvo, algo que comenzó bien pero llegó a agobiarme ya que no podía ir a ningún lado sin que él estuviera también. No cabe decir que cuando iba al baño, él esperaba fuera y eso me incomodaba.

Todo en Helium pareció retomarse con tranquilidad, al igual que los estudiantes regresaron a Emberline pero con algunos cambios. Y eso era que no nos separasen en grupos según nuestro poder, nos dividieron por edades y todos íbamos a las mismas clases, independientemente del poder que tenías. Por lo que estuve en la misma clase que mis amigos.

Pese a que tenía un buen control de mis poderes al igual que mis amigos, debido a tener que usarlos contra personas reales y no muñecos, todos decidimos regresar a la escuela para terminar nuestro año escolar. Cuando llegué a la escuela todos los alumnos comenzaron a hacer pequeñas reverencias y a hablarme de "su majestad" o "princesa Demetria", algo que me incomodó y gustó al mismo tiempo.

La subdirectora seguía tratándome como al principio, al parecer le daba igual quién era pero su comportamiento cambió cuando Axiol la amenazó con su poder por faltarme el respeto. Y no pude evitar sonreír ante aquello.

–Bienvenida de nuevo, su majestad. –dijo la profesora con una sonrisa, y los estudiantes se levantaron para hacer una reverencia.

–Gracias.

Decidí sonreír y sentarme en el asiento al lado de Camila e ignorar los murmullos del resto de alumnos, quiénes aún no se podían creer que la princesa de Helium estaba estudiando junto con ellos. Intenté negarme a que hicieran reverencias o me llamaran así, pero al parecer todos querían hacerlo por pura emoción al saber que había una heredera.

El viaje de Demetria [LGDH #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora