El viaje de Demetria [LGDH #1]

Capítulo 5

–De acuerdo, lo he entendido, creo. –dijo Camila cuando terminamos de contarle todo lo sucedido. –Ahora no tengo los ingredientes para hacer lo que me pedís, pero conozco a alguien que nos puede ayudar.

Salimos de la posada para ir a ver a aquella persona que me podía ayudar, según Camila, sus métodos no siempre eran los mejores pero siempre funcionaban. De camino me contó que su casa era a la vez una posada y que me podía quedar a dormir allí hasta que quisiera, pero para entrar lo hiciera por la puerta de atrás.

Fuimos a la parte oeste de la ciudad donde las casas eran cada vez más pobres, Andrew me comentó que no me asustara con lo que viera y eso intenté, pero ver a niños pequeños desnutridos y casi apenas ropa, me partió el corazón. ¿Cómo podía el Rey permitir esto?

Llegamos a la parcela de una estropeada casa, al lado del buzón había un cartel que decía "Artilugios Evelyn". Camila entró en la tienda y nosotros detrás, la tienda era pequeña y estaba abarrotada de todo tipo de objetos que pertenecían a mi mundo. Habían televisiones, teléfonos, zapatos y más cosas que me eran extrañas, supongo que serían de este mundo.

–¿Eve? –preguntó Camila.

Una pila de libros cayó al suelo haciendo que nos sobresaltáramos, y una mujer de cabello castaño apareció de detrás de una de las pilas que habían de libros, tosió un poco debido al polvo y luego nos miró confundida.

–¿Qué queréis?

–Eve, soy Camila. ¿Me recuerdas? –preguntó nuestra amiga con una sonrisa.

–Ah, sí. La hija del médico. –dijo Evelyn sonriendo. –¿En qué puedo ayudarte?

–Verás, necesitaría algo para ocultar los ojos de mi amiga.

–¿Por qué necesitarías que...? –Evelyn quedó en silencio al verme.

Se acercó a mí mientras me veía sorprendida y cogió mi rostro entre sus manos para mirarme más detenidamente, algo que hizo que me sintiera un poco incómoda. La verdad es que no sabía a quien mirar, Evelyn me ponía nerviosa y mis amigos riéndose de mi expresión no me ayudaban.

–Tienes los ojos de la familia real. Debo suponer que eres Demetria Zhang. –dijo separándose de mí.

–¿Cómo lo sabes? –pregunté sorprendida.

–Sé muchas cosas, cielo. –respondió con una mirada nostálgica. –Bien, si quieres ocultar tu heterocromía creo tener algo que puede ayudarte.

Esperamos pacientemente a que Evelyn regresara pero una pregunta cruzó mi mente, ¿Cómo sabía mi nombre? En ningún momento se lo dije, y por su mirada pude percibir que le había recordado a alguien.

Evelyn regresó con unas gafas con una fina montura de color azul oscuro, las cogí confundida y miré a la mujer en busca de respuestas.

–¿Cómo me van a ayudar unas gafas? –pregunté sin entender.

–Aparentan ser gafas normales, pero están hechizadas. Póntelas y verás. –Evelyn sonrió con malicia.

Bueno, no perdía nada con ponérmelas. Me miré en un espejo que me enseñó Evelyn y quedé sorprendida, ¡Ya no tenía mi heterocromía! Ahora mis ojos eran ambos verdes, algo que se me hacía extraño y algo incómoda, sentía que era yo pero a la vez no. Retiré las gafas y volví a tener mi heterocromía, pero si me las ponía solo tenía los ojos verdes, nada fuera de lo común.

–Increíble. –susurró Andrew bastante sorprendido.

–Es genial, ¿verdad? –sonrió Evelyn son arrogancia. –Ahora podrás ocultar que eres una Zhang sin problemas.