Capítulo 3

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–¿Helium? –pregunté confundida sentándome en la sombra de un árbol.

Seguí andando durante un buen rato hasta que Ling me avisó de que ya nos habíamos alejado lo suficiente. Todavía no entendía de qué huíamos o de quién, pero esperaba que mi amigo puka me explicara que era todo este lugar, que parecía haber sido sacado de un libro de fantasía.

–¿Crees en la magia? –preguntó Ling mirándome con atención.

–Eh, pues no sé. En mi mundo no existe, pero siempre he sido de mente abierta y algo soñadora, así que sí. Supongo que sí que existe, ¿por qué no? –respondí y noté como mi respuesta parecía haberle gustado.

–Este es mi mundo, Helium, un lugar donde la magia y las criaturas fantásticas existen. –comenzó a explicarme. –Hace años todo el mundo podía usar la magia para lo que quisiera, pero luego llegaron los Zhang y todo cambió. Los nuevos Reyes crearon leyes que impedían a cualquier persona usar la magia como quisiera, un día los Reyes desaparecieron y el príncipe Adriel fue quien tenía que gobernar pero se negó y huyó, nadie supo a donde. Entonces, su hermano pequeño el Rey Agni, tomó su lugar y desde que lo hizo todo fue de mal a peor...

–Espera un momento. –le interrumpí y me miró curioso. –¿Por qué metes mi apellido en la historia?

–Eres igual a tu padre. –respondió. –Nombro tu apellido porque Adriel Zhang es tu padre, y por ende tú eres la heredera al trono de Helium, y no Agni.

–Creo que te estás equivocando. Mi padre no se llama Adriel, se llama Adrián, y el apellido puede ser solo casualidad.

–Te niegas a ver la verdad, ¿por qué?

Antes de que pudiera hablar escuchamos a alguien gritar, fuimos corriendo por el bosque siguiendo las llamadas de auxilio de la persona que pedía ayuda. Ling me aconsejó que no hiciera ningún ruido, aparté algunos arbustos y pude ver lo que estaba ocurriendo. Un chico de cabello castaño y ojos marrones se arrastraba hacia una roca mientras miraba aterrado a la criatura que lo atacaba.

Dicha criatura solo poseía una pierna, un brazo y un solo ojo, tenía una capa hecha de plumas negras y una ancha boca llena de afilados dientes. Su aspecto era bastante desagradable y extraña, en su única mano tenía una gran hacha, con la que amenazaba al chico.

–Debemos hacer algo. –susurré asustada.

–Déjamelo a mí. –contestó Ling saliendo de nuestro escondite.

–¿Qué? Ling, vuelve aquí.

El cuerpo de Ling comenzó a temblar mientras se desformaba poco a poco haciendo que me diera un poco de angustia. Observé como el pequeño puka ahora era una extraña criatura; tenía la cabeza de una serpiente con cuernos de ciervo, cuerpo de leopardo con la parte trasera de león. Ling, transformado en aquella extraña criatura, se interpuso entre el chico y la criatura que quería atacarle.

Ling esquivó los hachazos que el otro ser lanzaba hasta que consiguió morderle en un brazo, y la criatura chilló de dolor. Cuando se liberó del mordisco de Ling, se marchó del lugar saltando con su única pierna. El chico parecía asustado y apunto de desmayarse cuando Ling se giró para verle. Salí de mi escondite y me acerqué a ellos esperando que mi amigo me contara como había podido cambiar de forma.

–¡No te acerques! –chilló el chico cogiéndome de la cintura y alejándome de Ling. –Es una bestia aulladora, de las más peligrosas. Huye mientras lo distraigo.

Aunque era un gesto noble y amable por su parte, no pude evitar reírme por lo que había dicho. El chico me miró sorprendido y algo asustado de lo que ocurría, me solté de su agarre y caminé hacia Ling ignorando los gritos del chico.

El viaje de Demetria [LGDH #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora