Ocho

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Finalmente, después de casi un año he vuelto. Una disculpa por los meses de espera, de verdad que sentía que la historia estaba quedando horrible. Pero ahora después de leerla otra vez me doy cuenta de que hice un buen trabajo 💕 Espero les guste uwu 💕

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—Pero dime... ¿Como pasó esto?

Dijo Iwaizumi bastante preocupado. Oikawa estaba muy avergonzado de él mismo.

—Me deprimí... Y pues... La única forma de dejar de llorar era comiendo y... Aquí estamos.

Iwaizumi dio un suspiro y lo abrazó.

—Cuando te sientas listo, comenzaremos con un régimen de ejercicios y una dieta.

—Está bien...

Dijo Oikawa bastante desanimado.

—Pero antes, debes ir con un psicólogo. Eso te ayudará aún más.

—¿Qué? ¿Por qué? Estoy bien ahora que sé que todo era mentira...

—No, no estás bien. No entiendo cómo funciona lo de la depresión o cosas así, pero debes tener a un profesional que se haga cargo de eso, no quiero que vuelvas a recaer por cualquier cosa.

Oikawa agachó la cabeza y asintió.

Luego de eso, fueron al cuarto donde dormía Oikawa, que estaba hecho un desastre. Iwaizumi solo dio un suspiro y comenzó a recoger las cosas que estaban en el suelo.

—¿No me vas a ayudar?

Preguntó mientras seguía recogiendo cosas, Oikawa lo comenzó a ayudar.

Y así, pronto tuvieron el cuarto reluciente. Iwaizumi no podía creer cómo Oikawa podía dormir entre todas esas cosas, pero no dijo nada. Lo último que quería hacer en esos momentos era hacerlo sentir mal, estaba muy débil en el ámbito emocional así que no se quería arriesgar.

Pero mientras miraba el cuarto vio algo raro debajo de una alfombra.

Se dirigió ahí pero Oikawa lo detuvo.

—¿Y si vamos afuera? El día esta muy bonito...

Dijo Oikawa tratando de despistarlo, pero Iwaizumi lo apartó del camino y levantó la alfombra.

—Oikawa...

Oikawa sabía que se iba a enojar, agacho la cabeza totalmente avergonzado.

—¿Que hace esta navaja aquí?

Preguntó Iwaizumi tomándola y viendo que tenía rastros de sangre.

—Quítate la camiseta.

Dijo apunto de gritarle.

—Iwa-Chan, no puedo, me da vergüenza...

—¡Quítatela ahora! Si no quieres que la rompa.

—Pero Iwa-Chan...

Iwaizumi rápidamente tomó la camiseta y la sacó de un tirón hacia arriba. Y vio lo que no quería ver jamás en Oikawa.

—No puedo creer que tengas tantos cortes... ¿Como pudiste hacer esto? Me duele verte así...

Oikawa no aguanto más y cayó de rodillas mientras lloraba.

—Lo siento... Yo... No sé qué pensaba.

—¿Eres consiente de que pudiste morir? Tal vez alguna herida se pudo haber infectado, o pudiste desangrarte... Tienes cortes en todo tu abdomen y brazos.

—Perdóname...

—Vamos, levántate.

Iwaizumi tomó la mano de Oikawa y lo levantó. Se estaba aguantando las ganas de llorar con él, no le gustaba para nada lo que había hecho Oikawa. Ahora sabía que de verdad necesitaba un psicólogo y psiquiatra para ayudarlo.

—Iremos ahora mismo a la ciudad más cercana. Tendrás que ir con un psiquiatra y psicólogo. No me importa que digas que no.

—Pero Iwa-Chan... Estoy bien ahora que...

—¡NO ESTÁS BIEN!

Gritó Iwaizumi y se le hizo un nudo en la garganta. Pronto las lágrimas comenzaron a rodar por sus mejillas.

—No estás bien... No quiero verte así de deprimido, no me importa que hayas subido de peso, pero que te hayas hecho daño a ti mismo me duele mucho. No puedo creer que no me di cuenta antes de que estabas mal, pensé que pudo haber sucedido lo peor contigo... ¿Que hubiera pasado si jamás hubiera conocido a Javier? No sé qué sería de ti... Así que por favor... Por favor hazlo por ti. No lo hagas por mi, hazlo por ti y tú salud mental.

Oikawa se había sorprendido mucho, hace años que no veía a su Iwa-Chan llorar. Desde que perdieron en la última competencia contra el Karasuno no lo había visto llorar.

—Lo haré, vamos.

Dijo finalmente Oikawa decidido a hacerlo. No quería sufrir más, tampoco quería ver sufrir a Iwaizumi. 

Malos Hábitos ~ Iwaoi Donde viven las historias. Descúbrelo ahora