Cap. 6 Mentiras piadosas

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«Siento que mi vida es una completa mentira, porque a falta de recuerdos certeros todo se vuelve como una vil ilusión»

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«Siento que mi vida es una completa mentira, porque a falta de recuerdos certeros todo se vuelve como una vil ilusión».

Al despertarme esta mañana ese fue el primer pensamiento que tuve, agregado a eso una sensación de cabanga como de que algo me está haciendo falta. La presión en mi pecho me hace creer que he sufrido un mal de amores en aquel sueño que siempre olvido y que mis labios añoran un beso de despedida.

La ida en el tren se me hizo larga, he estado como en otro mundo y camino por inercia a los lugares que frecuento. Llegó al salón de clases y espero que el día transcurra con la normalidad de siempre: un poco de caos, pero nada de lo que lamentar.

Cuando está por culminar la jornada recibo una llamada que he estado esperando por días:

—Buenas tardes Dr. Villalba

—Buenas tardes Andrés. Me comunico contigo para hablarte sobre los resultados de las pruebas que me enviaste.

—¿Hay algo mal en ellas? —pregunto nervioso mientras cierro un momento la puerta del salón de clases.

—No, nada de lo que debas preocuparte. Solo estás padeciendo estrés, de todas formas, te cambiaré las pastillas que tomas y la dosis —responde tranquilamente tras la línea.

—Gracias doctor—contesto aliviado.

—En cuanto puedas te pasas por mi consultorio y retiras la receta. Si se te complica, le escribes a mi secretaria para hacértela llegar vía correo.

—Está bien, yo pasaré esta tarde en cuanto salga del trabajo.

La tensión de los días anteriores baja y siento que ya puedo relajarme un poco. Quito el seguro de la puerta para dejar pasar al siguiente grupo de estudiantes que me toca darles clase.

Llegamos a mitad de semana, veo el calendario y me indica que hoy es mi cumpleaños 27 de octubre. Según mi agenda he quedado ir a cenar con mis padres y por supuesto mi hermano que no puede faltar. Me arreglo sin mucha complicación, algo sencillo y fresco que sirva para tomarse una foto presentable, me miro al espejo y peino mi cabello. Mientras tomo mi billetera y mi celular, este empieza a sonar: es una llamada de mi Alan.

A través de mis sueñosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora